Un nuevo escándalo supuestamente de corrupción, el presidente López Obrador puso en la agenda pública que es el de las estancias infantiles y la medida para solucionarlo es cancelar el apoyo financiero a los administradores de éstas y entregar directamente mil 600 pesos bimestrales a los padres de familia para que dispongan según su criterio como utilizar esa transferencia que otorga el gobierno federal.
López Obrador afirma categóricamente que en la administración de estos recursos por parte de los encargados de las estancias infantiles existe opacidad y corrupción y que aproximadamente el quince por ciento de la población infantil supuestamente atendida no existe.
Pero hay que ir por partes, en los últimos treinta años la composición demográfica del país a cambiado radicalmente, a partir de las condiciones económicas de las familias y su empobrecimiento por las políticas neoliberales, lo que obligo a las mujeres a incorporase al mercado laboral, también la diversidad de familias es otro factor social, de acuerdo al censo de población y vivienda del 2010 el 30 por ciento de los hogares están al frente de una mujer.
Estos factores han llevado a que el 50 por ciento de la población económicamente activa ocupada corresponda a la fuerza laboral femenina, independientemente de aquella población que trabaja en la economía informal.
La expulsión de la mujer de los hogares para ingresar al mercado de trabajo ha llevado a que mientras trabaja sus hijos estén atendidos en guarderías y estancial infantiles que de acuerdo a la secretaria del – antes desarrollo social – Bienestar del gobierno federal hasta octubre del 2017 de acuerdo a un padrón existían 9 mil 126 estancias infantiles en el país y en 2018 el presupuesto asignado por el gobierno federal fue de 4 mil 0702 millones de pesos y para el presente año se redujo a 2 mil 0416 millones de pesos lo que significa una reducción del 50 por ciento afectando a una población infantil de 300 mil infantes según varias fuentes oficiales y periodísticas.
Como se conoce en el año 2009 fue el incendio de la guardería ABC donde perdieron la vida 49 niños, poniendo al desnudo la corrupción en el manejo de estos espacios como resultados de la privatización de las guarderías en el gobierno de Felipe Calderón lo que ahora cuestiona López Obrador; y efectivamente las estancias infantiles se convirtieron en el gran negocio de los panistas donde varias familias controlan decenas de estancias infantiles sin las normas mínimas de seguridad.
Por otra parte hay que tener en cuenta la renuncia del Estado mexicano a ofrecer este servicio para la población tanto de las mujeres trabajadoras y sus hijos en las mejores condiciones y con el personal capacitado para el manejo sicológico y de estimulación temprana de los infantes, así como el proceso de socialización para la formación inicial de la personalidad, donde según los especialistas el niño o la niña queda marcada para el resto de su vida.
Hoy la mayoría de las estancias infantiles no cuentan con el personal capacitado para el cuidado y la atención profesional de este sector de la población y las instalaciones son verdaderas bodegas donde pasan siete horas en promedio los infantes en condiciones infernales.
La solución política de López Obrador a este problema es equivocada y de corte neoliberal porque profundiza el proceso de la privatización de las estancias infantiles y más aun cuando propone que los abuelos cuiden a los nietos lo que es regresivo de acuerdo a la pedagogía moderna.
En ningún momento López Obrador propone recuperar la rectoría del estado en esta materia para construir un sistema nacional de estancias infantiles a cargo del gobierno con todo un protocolo en su operación donde se pongan los derechos de los niños por delante y permita el desarrollo no solo laboral sino personal de las madres trabajadoras como mujeres con derecho a la plena realización.
El problema no es del tan solo un determinado monto de dinero que recibirán los padres de familia sino de una política pública que beneficia a los infantes, de lo contrario las estancias infantiles seguirán siendo espacios infernales como la guardería ABC en medio del fango de la corrupción y un asunto del negocio privado y no el principio del desarrollo de la formación sicológica y social de los infantes, en este tema López Obrador es mas neoliberal que los neoliberales.