En una maratónica sesión de varios días y horas la Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación enviado por el Presidente López Obrador y sin modificarle ni una sola coma; los diputados de Morena partido en el poder y sus aliados incondicionales aprobaron el dictamen.
El presupuesto tiene la característica de ser inercial, lo que significa que su estructura y funcionalidad no tiene ningún cambio con relación al presupuesto del 2021.
El presupuesto tiene un monto de 7 billones 800 mil pesos de los cuales tan solo un promedio de 380 mil podrían ser reasignados, lo que la oposición peleo mediante 1994 reservas de las cuales ninguna fue considerada por la mayoría de los diputados.
El presupuesto de egresos es un instrumento importante de la política económica porque de acuerdo a la teoría económica se le considera como el mecanismo del crecimiento económico.
Pero en el caso de la política económica de la 4T, este presupuesto está destinado a dos propósitos fundamentales que son el financiamiento de las obras faraónicas como son la refinería de dos bocas en Tabasco, el Tren Maya y el Tren transpacífico del Ismo, así como los programas sociales.
En este sentido las obras donde se aumentó hasta en un 50 por ciento en el mediano plazo tendrán un efecto negativo sobre la dinámica de la economía mexicana porque la recuperación de la inversión es de largo plazo y por lo tanto la rentabilidad será muy lenta provocando una crisis económica porque los inversionistas no recuperarán su capital ni sus ganancias de inmediato.
Por la parte del gasto público los programas sociales, en poco contribuyen a la recuperación de la demanda interna del país y mucho menos al crecimiento de la inversión productiva, el crecimiento del PIB y el empleo, además de ser un gasto improductivo en el sentido que solo contribuye a amortiguar la pobreza y la profundización de la desigualdad social.
El presupuesto de egresos de la federación en un 85 por ciento está comprometido y menos del 20 por ciento está destinado al gasto en inversión productiva lo que se traduce en menores recursos para estados y municipios ya que el 85 por ciento lo controlará el gobierno federal sin consultar a los gobiernos locales.
La aplicación de las partidas presupuestarias como es lógico las ejercerá el gobierno de López Obrador bajo el argumento de que al transferir los recursos a los gobiernos locales existe un alto grado de corrupción en su manejo.
El presupuesto también tiene la característica de ser austero que es un aspecto importante de una política económica de carácter neoliberal, ya que el objetivo fundamental es mantener o reducir el déficit público a su mínima expresión, lo que significa un equilibrio en las finanzas públicas en el país.
Contrariamente a eso el gobierno de México designará más de 800 mil millones de pesos al pago y servicio de la deuda que constituye una enorme carga financiera para el país e implica la reducción del gasto en salud y educación particularmente a lo que se refiere a la educación media y superior como son las universidades públicas del país que hoy atraviesan por una crisis financiera.
De esta manera el presupuesto aprobado para el 2022 afecta directamente a la recuperación económica y el empleo, como se sabe existen varios indicadores económicos y financieros que dan cuenta que la economía mexicana ha frenado su recuperación sin que la política económica, en especial lo que se refiere al gasto público ayude a estimular la actividad productiva del país y mucho menos el empleo.
A todo esto hay que agregar la manera discrecional de cómo se aplica el gasto público, en especial los programas sociales, aunque el gobierno afirme que benefician a más de 25 millones de mexicanos, lo cierto es que en los dos primeros años del gobierno de la 4T aumentó en 4 millones el número de pobres lo que significa en la política de los programas sociales a resultado ineficiente para combatir la pobreza.
Una de las características de la política neoliberal recomendada por el Fondo Monetario Internacional es llevar a cabo políticas públicas que tenga como finalidad amortiguar los efectos negativos sobre los sectores más vulnerables de la sociedad, los pobres a través de la transferencia monetaria de forma directa a los pobres para evitar conflictos sociales como lo hace el gobierno de López Obrador.
De esta forma el programa económico para el 2022 de la 4T cumple con los requisitos del FMI que son el control de la inflación –que está a cargo del Banco de México- un gasto público austero que pretende supuestamente combatir la corrupción y el derroche y el equilibrio en el sector externo principalmente en la balanza comercial y la cuenta corriente, en especial la cuenta de capitales donde la tasa de interés activa y el tipo de cambio son las dos variantes financieras importantes para la atracción de capitales y evitar la fuga de los mismos.
En conclusión el Presupuesto de Egresos de la Federación de la 4T es un componente importante de las políticas económicas de carácter neoliberal de López Obrador en poco contribuirá a la recuperación económica y los niveles de empleo, así como a reducir la pobreza y la desigualdad social, lo que significa que López Obrador es un neoliberal de closet.
