“Que aburrido es ser Dios porque no tiene nada nuevo que descubrir en el universo”
Stephen Hawking
Estimado lector permítame escribir en primera persona en esta entrega periodística semanal para hablar de un personaje sin ninguna relación con la economía o con la política aparentemente, pero que revoluciono la ciencia de la física, me refiero a Stephen Hawking, el gran astro-físico quien cuestiono el paradigma de la física quántica y la de la relatividad, quien ha muerto; ante todo quiero dejar en claro que no soy conocedor ni mucho menos especialista en la materia.
Aunque de manera al nivel de la divulgación científica más o menos tengo información general sobre el aporte de Hawking, a la física, por lo menos puedo decir con temor a equivocarme que fue el descubridor de los “hoyos negros” en el universo, además del Big Band, que es la explicación del origen del universo. Es imposible explicar en poco espacio y menos cuando no se es especialista en el tema.
Stephen Hawking, padeció desde los 20 años esclerosis lateral amiotrofica que es una enfermedad neurodegenerativa lo que lo llevo a un estado de discapacidad motriz hasta el ultimo día de su vida de manera total.
Después de haber recibido la licenciatura en física, obtuvo en 1966 el doctorado en la Universidad de Cambridge, a pesar de su enfermedad discapacitante, lo que le valió impartir sus conocimientos en varias universidades del mundo.
La Universidad de Cambridge, siempre lo apoyo para desarrollar su trabajo de investigación y a medida que avanzaba su enfermedad y que Hawking iba perdiendo la movilidad física y el habla le adaptaron a su silla de ruedas donde estuvo confinado hasta el ultimo día de su vida, un equipo de computo que le permitía comunicarse de manera oral y escrita con su ayudante de investigación; sin duda alguna a este científico no únicamente se le apoyo por sus conocimientos sino también por la manera de enfrentar la adversidad de la vida.
Entre Hawking y un servidor existen muchas diferencias pero también muchas coincidencias; en primer lugar no soy un genio como él, ni tampoco he aportado un nuevo conocimiento científico que haya revolucionado mi especialidad, la teoría económica o la economía política; sin embargo desde hace treinta y cinco años he estado trabajando en un dilema de la ciencia económica aun no resuelto de manera matemática que es la conversión de los valores a precios que según los seguidores de David Ricardo, Marx no logro encontrar la solución y que hasta el día de hoy no se ha resulto.
De acuerdo a los especialistas, la medida correcta entre el valor de las mercancías mediante un patrón equivalencial expresado en otra mercancía única-como el dinero- que represente a todos los valores de las demás mercancías no tiene todavía solución. Hasta ahora para la teoría neoclásica, es decir la teoría del consumidor y el productor, el precio de un bien se determina en el mercado, a partir de un valor determinado por la utilidad marginal del bien para el consumidor o productor.
Lo común entre Hawking y un servidor son dos cosas, la primera de ser persona con discapacidad, en el caso concreto mío soy una persona con discapacidad neuromotriz que no me permite caminar correctamente, escribir de manera manuscrita o en computadora, además que tengo dificultad en el lenguaje por la misma discapacidad, por lo tanto mi ayudante de investigación debe tener mucha paciencia para entenderme y poder escribir con precisión mis ideas; la otra coincidencia con Hawking es que aparte de ser hombre de ciencia también soy profesor universitario, investigador por vocación y pasión, obsesionado para explicar los fenómenos económicos, sociales, históricos y políticos del tiempo que me ha tocado vivir.
Pero muy contrariamente a Hawking, para desarrollar mi trabajo de investigación-a veces menos preciado por mis colegas y autoridades universitarias- He sufrido la discriminación y cuando pedí el apoyo necesario tanto material como humano a través de un recurso humano primero se me concedió por parte de la autoridad universitaria y que después se me retiro.
Hasta hoy, he desarrollado mi trabajo de investigación para la universidad en adversas condiciones con discriminación, falta de sensibilidad por parte de la autoridad universitaria, a pesar de demostrar con trabajo académico mi capacidad intelectual y docente.
Como ya lo dije, no tengo el coeficiente intelectual de Hawking, estoy a muchos años Luz de alcanzar este nivel, sin embargo he puesto mis mejores capacidades para desarrollar mi trabajo académico en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, a pesar del ambiente adverso únicamente por ser una persona diferente, es decir con discapacidad ante una mirada de la autoridad universitaria de indiferencia y menos precio, pero lo que no me pueden negar es mi vocación y pasión que tengo por la ciencia y resolver sus dilemas como Stephen Hawking. De lo contrario me hubiera dedicado a otra cosa productiva en la vida.