El pasado lunes 4 de abril, el periódico estadounidense The Wall Street Journal en su edición impresa publicó en su primera página una nota titulada “La violencia del narcotráfico destroza la Meca de las vacaciones en México”. Es una nota durísima sobre la problemática que se tiene en Quintana Roo y que tanto el gobierno Federal y Estatal han querido minimizar. La nota periodística retoma el caso de tres turistas que fueron heridos y dos asesinados en un evento relacionado con el crimen organizado. Recordemos que el turismo es la principal actividad económica de Quinta Roo y es la joya de la corona en nuestro país. Seamos claros, mucha de la llegada de turistas internacionales se debe a los esfuerzos de atracción que las grandes cadenas hoteleras mundiales realizan año con año, a los paquetes todo incluido que arman los grandes turoperadores, obedece a las nulas restricciones de salud y a que México es un destino asequible monetariamente para turistas de Estados Unidos y de Europa.
El problema es muy complicado porque se reconoce que los propios turistas demandan drogas. La violencia relacionada con las drogas ha provocado que la tasa de homicidios en todo México alcance niveles récord en los últimos años. En el resto del país, la violencia a menudo proviene de las guerras territoriales por el control de las rutas de tráfico de drogas que se dirigen a los EE. UU., en lugar de la demanda turística. La tasa de homicidios en el estado de Quintana Roo, en la Riviera Maya, casi se ha cuadruplicado desde 2016, a 37 homicidios por cada 100.000 habitantes, según cifras del gobierno. Eso es más de cinco veces la tasa de EE. UU. y por encima del promedio de México. Las autoridades de seguridad de la entidad afirman que más de 8 de cada 10 muertes están relacionadas con las drogas. Definitivamente este es un foco rojo, el destino turístico se puede caer sino se toman medidas contundentes en materia de seguridad. Destinos de playa hay muchísimos en todo el mundo, no podemos pensar que siempre se tendrá demanda turística elevada.
En este mismo sentido, el fin de semana pasado se inauguro la ruta aérea entre el aeropuerto internacional de Morelia y el de Cancún. Es una muy buena noticia para la conectividad de nuestra entidad, es importante mencionar que esta ruta estaba planeada desde 2020 antes de que empezara la pandemia, es una ruta que se puede considerar heredada de la gestión del gobierno anterior y que hoy se ve cristalizada. En este sentido, esta nueva ruta abre muchas posibilidades para conectar Michoacán con destinos sobre todo europeos y de medio oriente. Ya que Michoacán esta muy bien conectado directamente con Estados Unidos.
Llaman la atención las cifras sobre afluencia y derrama que las autoridades de turismo del estado dieron a conocer una vez termina la temporada de la Mariposa Monarca, las cifras no cuadran, en el afán de presumir buenos resultados turísticos y que den algo de esperanza al desempeño de la actual administración. Anunciaron que para la temporada 21-22 de la Mariposa Monarca se registraron 220 mil visitantes (la región oriente de acuerdo con cifras de la Asociación de Hoteles y Moteles del Estado de Michoacán tuvo un 24% de ocupación), a decir de la actual administración se habría superado la temporada 19-20 lo cual es falso, ya que en esa temporada de noviembre a marzo de esos años, se registraron 236 mil visitantes (porcentaje de ocupación promedio de 45%). Más aun, las cifras de derrama presentadas afirman 543 millones de pesos, esa cifra no es posible ni creíble. Las cifras presentadas deben ser tomadas con mucha cautela y ser revisadas porque definitivamente no hacen sentido.