En Michoacán, tenemos el orgullo y la responsabilidad de salvaguardar una de las más hermosas tradiciones mexicanas. “Las fiestas indígenas dedicadas a los muertos”, inscrita en 2008 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. La celebración del Día de Muertos representa el trabajo de muchas generaciones que han conformado un conjunto de expresiones con un gran sentido de identidad y arraigo. Es una celebración que comparte y convoca a una multitud de visitantes y turistas, que proceden de diversos lugares y cuyo número ha incrementado desde la primera mitad del siglo pasado.
Esta festividad representa uno de los ejemplos más relevantes del patrimonio vivo de México y del mundo, así como una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor plenitud de los grupos indígenas que actualmente habitan en nuestro país y particularmente en Michoacán. Nuestro patrimonio natural y cultural que debe ser valorado y reconocido en su justa dimensión.
Nos debe interesar que cada día más turistas conozcan y reconozcan esta hermosa celebración, sin embargo, estamos comprometidos a realizar una planeación turística sustentable; que permita proponer actividades con objetivos educativos, sociales y culturales que fomenten el respeto y el desarrollo del patrimonio, de las comunidades anfitrionas y del propio visitante. No deseamos un turismo de masas que cause deterioro ambiental ni la desaparición de formas tradicionales de pensamiento, creación y expresión.
Este encuentro anual entre los pueblos indígenas y sus ancestros cumple una función social considerable al afirmar el papel del individuo dentro de la sociedad. Esta fusión entre ritos religiosos prehispánicos y fiestas católicas permite el acercamiento de dos universos, el de las creencias indígenas y el de una visión del mundo introducida por los europeos en el siglo XVI.
Algunas cifras turísticas oficiales indican que, en las regiones de Pátzcuaro, Uruapan y Morelia, se tuvo este año, una afluencia de 203 mil turistas y visitantes, el año pasado fue de 174 mil, es decir, se tuvo un crecimiento de 16.7%. De esta cifra, el 11% de los turistas son extranjeros. Con respecto a la derrama económica, este año fue de $162 millones de pesos, cifra que representa un crecimiento de 12.1% respecto al año pasado.
Los indicadores de afluencia y derrama económica son muy importantes, sin embargo, vale la pena resaltar la visita de los embajadores de Estados Unidos, Francia y Colombia durante la temporada de Noche de Muertos. Su visita, es una muestra contundente de la importancia de la Noche de Muertos, pero sobre todo de la confianza que tienen en la entidad. Es claro que existen problemas de inseguridad en varios puntos de la entidad, pero son más grandes las riquezas naturales y culturales que tiene Michoacán. La visita del Embajador de Estados Unidos genera esperanza para que el Gobierno de Estados Unidos reconsidere la alerta nivel cuatro en la que tiene clasificada a Michoacán junto con otras cuatro entidades federativas. Definitivamente sería un logro muy importante el que disminuyera el nivel de alerta de viaje a la entidad.
A nivel internacional existe una campaña en Estados Unidos, en la que ciudadanos de aquel país sugieren a los estadounidenses a que no viajen a ningún destino de México, ni a los destinos de sol y playa, derivado del asesinato de nueve ciudadanos mexicoamericanos (seis niños y tres mujeres). Esta campaña va en serio y no surge del gobierno, surge de una sociedad norteamericana que está indignada ante la falta de acción de las Instituciones de seguridad en México, indignada ante la crueldad de los eventos y todo parece indicar que los resultados de esta campaña negativa para visitar México pueden generar impactos negativos en varios destinos de México y sin lugar a dudas puede significar una menor llegada de turistas a Michoacán, procedentes de Estados Unidos.
