El año pasado fue de recuperación para la economía global, que medida por su PIB creció un 5.9%, recuperándose de la caída del -3.1% de 2020. Incluso, las economías de mercados emergentes y en desarrollo tuvieron un mejor desempeño (+6.5%) que las de los países avanzados (+5%).
Dos grandes paréntesis antes de seguir. Uno, los promedios esconden enormes divergencias regionales e intrarregionales. Dos, para el turismo es una enormidad hablar de recuperación. Si bien, los viajes crecieron un 4% en 2021 en comparación con 2020 (el peor año de la historia para la actividad), las llegadas internacionales se mantuvieron un 72% por debajo de las de 2019, año previo a la pandemia.
De todos modos, salvo estas dos salvedades, los expertos coinciden en que las políticas fiscales y monetarias expansivas, más algo del consumo retenido de 2020, hicieron de 2021 un año de recuperación a muy buen ritmo.
Sin embargo, para 2022 no hay organismo multilateral ni analista alguno que crea que esas tasas de reactivación se vayan a seguir manteniendo. De acuerdo con el FMI, el crecimiento económico se enfría mientras las economías luchan con perturbaciones en el suministro, el avance de la inflación, niveles históricos de deuda y persistente incertidumbre.
En este sentido, para el FMI, el 2022 arranca en condiciones más débiles de lo esperado, por lo cual, en su último informe de enero corrigió a la baja las previsiones de octubre de crecimiento mundial para el año en curso. Según el FMI el impulso del producto global se moderará en 5.9% en 2021 a 4.4% en 2022. En gran medida a causa del recorte de las proyecciones de las dos economías más grandes: Estados Unidos y China.
En el mismo sentido, la desmejora del humor económico, el Índice de Confianza de la Organización Mundial del Turismo (OMT) muestra un ligero descenso en enero-abril de 2022. Para la mayoría de los expertos (64%) las llegadas internacionales no volverán a los niveles de 2019 hasta 2024 o después. Un dato que deja expuesta la pérdida de confianza de los últimos meses. Según el grupo de la OMT, las llegadas internacionales en 2022 podrían crecer entre un 30% y un 78% con respecto a 2021. No obstante, son porcentajes que aún están un 50% y un 63% por debajo de los niveles anteriores a la pandemia.
Pero, ¿qué pasa con la recuperación económica en Latinoamérica?, después de contraerse en un récord del 7.4% en 2020, el PIB de la región creció aproximadamente un 6.5% en 2021. Sin embargo, la pandemia amenaza con dejar cicatrices duraderas en las economías latinoamericanas, incluido un mayor desempleo y pobreza, mayor desigualdad y mayores cargas de deuda. Expertos prevén que el crecimiento del PIB regional se desacelerará bruscamente al 2.2% en 2022. La perspectiva regional sigue sujeta a importantes riesgos a la baja, incluida la propagación de nuevas variantes de Covid-19, un fuerte endurecimiento de las condiciones financieras mundiales y una creciente inestabilidad social y política.
Finalmente, se espera un buen 2022 pero todavía sin recuperar los niveles prepandemia de 2019. Sobre todo porque México no tiene perspectivas positivas en lo que a inversión se refiere.