Recientemente, el Congreso de Michoacán aprobó el aumento del 2% al 3% el impuesto al hospedaje para el Estado de Michoacán. Esta medida provoco el reclamo del sector hotelero en la entidad. Lo más importante es recordar que este impuesto lo paga el turista, el hotelero es quien lo retiene y lo traslada al Gobierno Estatal.
En el caso de México, existen dos gravámenes principales de carácter turístico. A nivel federal se cobra un derecho a los visitantes sin permiso para realizar actividades remuneradas (DNR: Derecho de No Residentes). A nivel estatal, se cobra un impuesto que grava el hospedaje (impuesto por la prestación de servicios de hospedaje). En ambos casos, la mayor parte de los recursos recaudados se utilizan para promover los destinos turísticos y la infraestructura turística.
La base gravable de este impuesto es el importe por el hospedaje, antes del IVA, sin considerar los alimentos, bebidas y demás servicios consumidos durante la estancia. Este impuesto cobrado por el proveedor del servicio de hospedaje deberá ser enterado y pagado por el proveedor al Gobierno del Estado.
En México, el valor de este impuesto oscila entre 2% y 3% por entidad federativa, con excepción de Morelos (3.8%) y el Estado de México (4%). En 2018, solo el estado de Puebla tiene una tasa 0 en este impuesto. Solo 9 entidades federativas incluidas Michoacán, tenían un impuesto del 2%, todos los demás cargaban un impuesto mayor.
A nivel nacional Quintana Roo recaudó en 2017, la cantidad de mil 186 millones de pesos por concepto del impuesto al hospedaje, la Ciudad de México 416 millones, Jalisco 210 millones de pesos. Michoacán se ubica en el lugar 23 respecto a la recaudación con menos de 11 millones de pesos en 2017. Estados con un número de habitaciones similares como son Nuevo León, Guanajuato y Querétaro, recaudaron en 2017: 108, 58 y 41 millones de pesos. Estas cifras indican que en Michoacán, la recaudación es ineficiente, y también que no se está recaudando la cantidad de dinero que debería recaudarse.
Pero cuáles son los argumentos que justifican este incremento: el primero es que en 2019, el gobierno federal eliminó el programa de PRODERMAGICO que en 2018 ejerció un presupuesto de 586 millones de pesos. Este programa es el convenio con el que los Estados concurrían con la federación para proyectos de infraestructura y para el PROTT, programa de transferencia tecnológica (capacitación y profesionalización). Michoacán fue de los más afectados por esta medida ya que precisamente Michoacán fue la tercera entidad federativa que más subsidio federal recibió dentro del PRODERMAGICO para el periodo de 2015 a 2018 con un monto de 136.5 millones de pesos, que aunados a la aportación estatal, representan un monto total de $207.8 millones de pesos en favor del Desarrollo Regional turístico de Michoacán y sus municipios. Con respecto a recursos para la promoción, la Secretaría de Turismo también destinará menos recursos que en años anteriores. Es decir, el proyecto del tren maya generó una disminución en muchos programas que terminan afectando a muchas entidades federativas y una de las más afectadas es Michoacán.
Es claro que para no debilitar el sector turístico que es muy importante para Michoacán, el gobierno de Aureoles lo está fortaleciendo con mayor presupuesto para 2019, ya que pasó de 129 millones en 2018 a 152 millones en 2019. Es precisamente el aumento del impuesto al hospedaje con el que se trata de seguir fortaleciendo el sector.
Sin embargo, es importante blindar el recurso para que efectivamente se destine el dinero al sector turístico y no pase por la llamada licuadora. En este sentido, la ley de hacienda del estado de Michoacán establece desde el 30 de diciembre de 2016 en su artículo 47 que: “de los recursos que se obtengan de la recaudación del impuesto sobre servicios de hospedaje, se destinará el equivalente al cien por ciento de lo recaudado para la realización de acciones de fomento y promoción de la actividad turística en el estado, los que se aplicarán a través de un fideicomiso creado para este fin.
También es cierto que la Secretaría de Finanzas ha fallado en transparentar y en ejecutar los recursos recaudados para este fin, tal y como lo ha denunciado el sector hotelero. Finalmente, los argumentos para incrementar el impuesto son válidos pero debe mejorarse mucho para que la Secretaria de Finanzas sea transparente en la utilización de los recursos y que puntualmente asigne y distribuya los recursos que permitan fortalecer el sector turístico en Michoacán que fue abandonado por la Federación.
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