En México, los precios de paquetes turísticos y transporte aéreo se dispararon en la primera quincena de abril, presionados por la inflación nacional. De acuerdo con cifras del Centro de Investigación y Competitividad Turística de la Universidad Anáhuac, los precios de los paquetes turísticos se dispararon 39.7% en la primera quincena de abril. Mientras, la inflación en el transporte aéreo se ubicó en 61% en el mismo periodo. Los incrementos de los precios estuvieron muy por arriba de la inflación general que se ubicó en 7.72%, e incluso de la registrada en autobuses, energéticos y gasolina que fueron de 5.27%, 5.78% y 6.34% respectivamente.
En el mismo periodo del año pasado, el Índice Nacional de Precios al Consumidor, para los servicios turísticos en paquete fue de 90 unidades y para este año llegó a 125.7, lo cual representa una diferencia de 39.6%. En contraste, el índice de precios para los servicios de hospedaje reportó un incremento de 13.5%, al pasar de 92 unidades en la primera quincena de abril de 2021 a 104.49 en el mismo lapso de este año.
Cuando la inflación se empieza a presentar en los precios de los servicios, estamos ya no hablando de un fenómeno de corto sino de largo plazo. De hecho, algunos expertos internacionales hablan de que se podría iniciar una etapa de estanflación es decir, inflación acelerada, bajo crecimiento económico y altas tasas de desempleo. Es decir, un escenario muy complejo en temas económicos.
Al margen del efecto estacional por el periodo de Semana Santa, las economías avanzadas están sufriendo una situación inaudita en décadas. Cuando la inflación parecía muerta hace tan solo dos años, ahora se ha convertido en el gran riesgo para la economía. Pues bien, esta situación que a priori parece ser temporal podría durar mucho más de lo que se cree. Los expertos consideran que hay muchos factores de corto plazo que están disparando los precios: los cuellos de botella producto del covid, la guerra en Ucrania, la escasez de semiconductores… Sin embargo, se están obviando otra serie de tendencias de más largo plazo que van a empezar a sumar a este fenómeno estanflacionario y que por tanto podrían prolongar la situación mucho más de lo previsto.
Desde la crisis financiera mundial, ha habido un retroceso de la globalización y un retorno a diversas formas de proteccionismo, es probable que el aumento de las tensiones geopolíticas y la tensión de la cadena de suministro conlleven una mayor reubicación de la fabricación desde China y los mercados emergentes incluido México a las economías avanzadas, o al menos una reubicación cercana hacia países aliados. Sea como fuere, la producción se asignará incorrectamente a regiones y países con costos más altos. Pocos dudan sobre el impacto en los precios que está teniendo y tendrá la transición hacia energías renovables. Pero no solo eso, el propio cambio climático también impactará en los precios: “Después de todo, las sequías dañan los cultivos, arruinan las cosechas y elevan los precios de los alimentos, al igual que los huracanes, las inundaciones y el aumento del nivel del mar destruyen las existencias de capital y perturban la actividad económica”.
Finalmente, como habíamos comentado hace varias semanas, el pasado martes 26 de abril, Rusia fue suspendida de la Organización Mundial del Turismo, primer país expulsado desde la creación de la OMT en los años setenta. La decisión de la Asamblea Extraordinaria de la OMT convocada por mandato del Consejo Ejecutivo. La decisión adoptada es de efecto inmediato. Así, desde el martes pasado, Rusia perdió todos sus derechos y privilegios de ser miembro de la OMT. Esto significa que no podrá recibir servicios de la Organización, incluida la asistencia técnica, ni tampoco podrá participar en ninguna reunión o evento, ni podrá presentar candidatos para formar parte de los órganos estatutarios. Un total de 99 países estuvieron representados en la Asamblea celebrada en Madrid. Es importante aclarar que la suspensión es temporal y puede ser levantada siguiendo el mismo procedimiento.