El pasado martes 27 de junio, el Secretario de Hacienda, José Antonio Meade y el Secretario de Turismo, Enrique de la Madrid Cordero presentaron un nuevo programa de financiamiento de apoyo al turismo rural. El monto total a destinar en el programa es de 2 mil 100 millones de pesos en créditos, que se suman a los 2 mil millones de pesos que ya se destinan en apoyar la actividad hotelera.
El objetivo es que el sector turístico represente el 10% del Producto Interno Bruto de México ya que actualmente es del 8.7%. Cifras estimadas indican que el turismo emplea a cerca de 9 millones de personas. De igual forma, datos de la Asociación de Bancos de México indican que las necesidades de financiamiento del sector turístico son del orden de los 280 mil millones de pesos, de los cuales el 40% está relacionado con las empresas turísticas rurales.
Como ya se ha comentado, la pobreza y la desigualdad del ingreso se acentúa en las zonas rurales. Datos del Secretario de Hacienda indican que en México, uno de cada cinco mexicanos vive en zonas rurales, en donde se concentra más del 50% de la pobreza.
El programa de financiamiento para el turismo rural está enfocado a localidades menores a 50 mil habitantes, con una oferta de financiamiento para pequeños y medianos empresarios de los nichos de turismo rural, ecoturismo, y turismo de aventura, además de que se prevé la modernización y la mejora en los servicios turísticos en beneficio de áreas rurales y sus comunidades. Específicamente se ofrecerán diferentes programas que dependerán de la banca de desarrollo, como pueden ser el de “orgullo rural”, el cual apoya específicamente a los hoteles en comunidades rurales y el programa de “financiamiento de campo”, el cual está enfocado a empresas de servicios alimenticios mejorando sus instalaciones y transporte así como la compra de materia prima.
Para el caso de México, las zonas rurales pueden aprovechar para ofrecer actividades ecoturísticas y de turismo de aventura.
Ya se había mencionado que la industria turística, en particular la hotelera y la restaurantera, presentan el problema de que la cadena de suministro depende de productos importados y ante la depreciación del peso frente el dólar, se incrementaron los costos en los servicios turísticos. Entonces, parte de la justificación de este programa es que precisamente permite fortalecer la cadena de valor nacional y sustituir los productos importados, por productos hechos en México que generan más empleos y un mayor número de empresas.
Esperemos que para el caso de Michoacán se presenten proyectos sólidos que permitan aprovechar esta ronda financiera para el sector turístico rural.
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