Los indicadores económicos muestran que el virus ha afectado más a las fábricas chinas que la propia crisis financiera de 2008. Expertos alrededor del mundo indican que el daño causado por el brote del nuevo coronavirus a la economía china podría ser mucho mayor de lo que se esperaba.
En febrero, la industria manufacturera del gigante asiático cayó a su nivel más bajo desde 2005, debido a las medidas tomadas por el gobierno para contener la propagación del virus. Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de China (ONE), el índice de gestores de compras (Purchasing Managers’ Index, PMI), indicador de referencia del sector, cayó 14,3 puntos hasta los 35,7, después de haber alcanzado los 50 en enero de este año.
Se trata de una caída récord: hasta ahora, el nivel más bajo registrado había sido en noviembre de 2008, cuando estalló la crisis financiera global. En el PMI, un registro por encima del umbral de los 50 puntos supone crecimiento y uno por debajo, contracción. Las restricciones de viaje y otras medidas para frenar la epidemia han sofocado las cadenas de suministro para cualquier producto que haya quedado en los almacenes y paralizado una parte importante de la producción china y de su sector terciario, dejando un panorama complicado para la segunda economía más grande del mundo y, por ende, la mundial.
El nuevo coronavirus ha llegado a más de 70 naciones, pero la vasta mayoría de las infecciones y muertes se han producido en China, donde se originó. La pasada semana, ya comenzaron a hacerse públicas las predicciones sobre el efecto que las medidas de contención del virus en China tendrán en el comercio y la economía global. La consultora Capital Economics, con sede en Londres, estimó que el brote costará más de US$280,000 millones en solo los primeros tres meses de 2020.
Un posible impacto positivo del Coronavirus puede ser que a medida que el coronavirus reduce la demanda de combustible en Asia, los vendedores chinos y surcoreanos están recurriendo a México para apuntalar el mercado y vender más combustible. Medios extranjeros indican que México ha comprado al menos dos cargamentos de gasolina desde China en marzo, según operadores y corredores de barcos. PMI, el brazo comercial de la petrolera estatal de México, también reparó el petrolero Galissas para transportar gasolina desde Corea del Sur a mediados de febrero. El exceso de combustible en Asia debido al coronavirus supone una oportunidad para México de comprar cargamentos más baratos justo cuando las averías en las refinerías aumentan los precios en Estados Unidos. México necesita importar gasolina y diésel debido a que las refinerías en México están operando aproximadamente a una tercera parte de su capacidad, frente a casi el 90% en las plantas estadounidenses. Las refinerías en las costas del Golfo y Oeste de Estados Unidos generalmente cubren la mayor parte de las necesidades de nuestro país.
Para el caso de México, los primeros casos del Covid-19, generan incertidumbre a las empresas de la industria turística: aerolíneas, hoteles y las dependencias gubernamentales comenzaron a tomar medias junto con la Secretaría de Salud para evitar el aumento de los contagios. Las principales aerolíneas mexicanas han tomado algunas recomendaciones de autoridades mundiales como la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). El Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) ya implementa revisiones de sus pasajeros en la red de 12 aeropuertos operados en el país, incluido el Aeropuerto de Morelia.
Para el caso de México, en 2019, vía aérea llegaron 167 mil turistas chinos, 164 mil Italianos, 154 mil Japoneses y 120 mil de Corea del Sur, estos países se ubican en el ranking 15, 16, 18 y 19 respectivamente.
@juanmtello