Es un hecho que los viajes y el turismo no serán como los conocíamos, ya ha cambiado. La protección de la salud se ha convertido en el nuevo requisito y reclamo turístico. Un anticipo de lo que vendrá tras la pandemia se observa en las cadenas que operan en China. Allí han tenido que modificar sus procesos y aplicar las nuevas medidas de seguridad recomendadas por la Organización Mundial de la Salud y las autoridades locales en un tiempo récord para convertir los hoteles en espacios libres de Covid-19.
Recientemente el sector hotelero en algunas partes del mundo ha propuesto generar una certificación libre de Covid o “Covid Free”. El objetivo es garantizar a clientes y trabajadores el cumplimiento de los mayores estándares en cuanto a higiene.
Es claro que ya no basta sólo con una bonita decoración o una buena atención al cliente. Ahora los hoteles tienen que ser espacios casi asépticos y buscan asesoramiento en el mundo de la medicina y la ciencia. Es el caso, por ejemplo, de Marriot International, ha puesto en marcha una especie de gabinete de limpieza para impulsar medidas de higiene en todos sus alojamientos, que se adaptarán además a las normas de cada país. La tendencia es menos mobiliario, más espacio y limpiadores hospitalarios para asegurar la desinfección. Estos hoteles Covid-free utilizan pulverizadores electrostáticos con desinfectantes hospitalarios para limpiar las superficies de habitaciones, vestíbulos, gimnasios y otras áreas públicas.
En su interior se verán a partir de ahora señales para recordar a los huéspedes que deben mantener los protocolos de distancia social. Habrá menos mobiliario en las áreas comunes y más espacio para reducir el contacto físico. La instalación de mamparas en los mostradores de recepción, como ocurre ahora en los supermercados, también es una opción, además de equipar al personal con mascarillas y guantes. Los clientes podrán optar además por utilizar sus teléfonos móviles para registrarse en el hotel, acceder a sus habitaciones, hacer peticiones especiales y solicitar el servicio de habitaciones, que se empaquetará de forma especial y se entregará directamente en la puerta de la habitación sin contacto físico.
Es decir, será posible alojarse en un hotel y estar de vacaciones sin tener contacto prácticamente con nadie.
Pero, ¿es posible garantizar unas vacaciones seguras? En este contexto, el mejor gancho para un turista extranjero es garantizarle que allí donde decida pasar sus vacaciones no habrá riesgo de coronavirus, lo cual parece una tarea muy difícil. La idea de unos hoteles libres de COVID-19 a buen seguro que se aplicará a otras infraestructuras turísticas. Restaurantes ‘COVID free’; playas; parques de atracciones… pero, ¿cómo garantizarlo si precisamente lo que define a todos esos lugares es el continuo trasiego de personas? Sólo el tiempo (y la ciencia) lo dirán.
En el caso de México, el presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, Roberto Cintrón, ha señalado que la certificación que avale a los establecimientos que cumplan con los protocolos de sanitización para evitar contagios de Covid-19 “debe ser integral y todos los prestadores de servicios turísticos deben tenerla”, ya que de nada sirve que en el hotel se apliquen los protocolos de limpieza si en el aeropuerto no los tienen en cuenta”. Este es uno de los principales puntos que ha acordado con la secretaria de Turismo de Quintana Roo, Marisol Vanegas, a la hora de poner en marcha la certificación conocida en otros países como ‘Covid-Free.’
Otros de los puntos que han acordado es que deber ser voluntaria y “fácil de obtener en el sentido de que la puedan tener lo más pronto posible todos los prestadores de servicios turísticos”. En ese sentido, ha hecho un llamado a los hoteleros a que sean responsables y lleven a cabo los cambios necesarios para aplicar los protocolos que les ayudarán a obtener la certificación.
A final de cuentas son propuestas y solo el tiempo definirá la nueva forma en que haremos turismo.