Es un hecho que la presencia de turistas y visitantes nacionales e internacionales se notó bastante en la reciente temporada de Noche de Muertos 2018. Sin embargo llama poderosamente la atención, las declaraciones de las autoridades del Municipio de Morelia y de Pátzcuaro quienes sin mencionar metodología alguna o algún sustento técnico para afirmar que en Morelia, se presentaron 300 mil turistas y visitantes, y que en Pátzcuaro la cifra fue superior a 200 mil turistas y visitantes. Son cifras que difícilmente se pueden imaginar pero sobre todo se pueden justificar. En este sentido se corre el peligro de sobre estimar los beneficios del turismo.
Simplemente en el municipio de Morelia se tienen registradas según el INEGI, poco menos de 4,500 cuartos de hotel disponibles. En toda la región de Pátzcuaro que incluye 18 municipios se tienen registrados poco más de 2300 cuartos de hotel. Se debe ser responsable respecto a las estimaciones de afluencia y derrama. Resulta importante hacer notar que el hecho de que existan plazas públicas, o eventos con mucha gente o estén muy concurridos no significa de ninguna manera que todos sean turistas y visitantes, la gran mayoría son residentes del destino turístico. Esto debe quedar muy claro para no realizar un análisis equivocado.
El martes pasado, la Secretaría de Turismo de Michoacán presentó los resultados del periodo de Noche de Muertos 2018, que este año abarcó del 30 de octubre al 4 de noviembre. Cabe mencionar que la dependencia estatal desde 2006, utiliza el mismo instrumento y la misma metodología por lo que es posible realizar comparaciones año con año.
Recordar que lo más importante no son las cifras de afluencia y derrama por sí mismas, se trata de crear oportunidades de desarrollo, de salvaguardar las tradiciones de los Michoacanos, de la creación de empleos y de bienestar para los residentes y para los turistas. Durante este período se analizan las regiones turísticas de Pátzcuaro, Uruapan y Morelia. En este sentido, en total, las tres regiones captaron una llegada de 174 mil turistas y visitantes. Cifra que representa un crecimiento de poco más de 22% con respecto al periodo de Noche de Muertos de 2017. Esta cifra incluye a personas que pernoctan y a las que visitan los destinos por un solo día, obviamente también incluye a Michoacanos viajando por Michoacán pero sin ser residentes en la región de la encuesta.
Con respecto a la derrama económica de turistas y visitantes, para las tres regiones se estimaron $144 millones de pesos, cifra que representa un 25% de crecimiento con respecto al mismo periodo de 2017.
Ante este aumento en el flujo de turistas, evidentemente se presentó una disminución en la satisfacción de los turistas y visitantes, particularmente en la calidad del servicio, un mayor ruido ambiental, pero sobre todo los turistas mencionaron un incremento sensible en el nivel de precios de los bienes y servicios en las regiones. Ante el aumento sustancial en el flujo de personas se debe tener mucho cuidado en el mantenimiento y resguardo de los sitios turísticos. En este sentido, la UNESCO realiza exhaustivos análisis sobre el estado de conservación. El documento que recoge las valoraciones de estos informes desde 1979 a 2013 concluye que los factores que más perjudican a los sitios patrimoniales son la mala gestión institucional: el desarrollo urbano descontrolado, las intervenciones y el uso inadecuado –como la sobreexplotación turística, este impacto ha pasado de un 8% de lugares afectados en 1985 a un 75% en 2013–, y otras intervenciones de la mano del hombre entre las que se encuentran, por ejemplo, los ritos religiosos y el vandalismo.
Es un hecho que algunas de las regiones turísticas de Michoacán en este periodo de Noche de Muertos mostraron una sobrecarga de personas, se está en la línea en donde el turismo puede convertirse en un factor negativo relevante desde el punto de vista de la conservación natural y cultural de los recursos de la entidad.