Cada vez es más creciente el interés por la salud, el aprovechamiento del tiempo de ocio, así como la preocupación por la estética y el mantenimiento de hábitos de vida saludable. Hoy más que nunca existe una clase media mundial con ingresos y tiempo disponibles que fortalece la demanda de viajes en los que se consumen productos y servicios vinculados a tratamientos médicos. En este contexto, actualmente existen condiciones que favorecen el crecimiento del turismo médico y del turismo de bienestar.
El turismo de salud es un concepto amplio que se refiere a los viajes realizados con el objetivo de obtener servicios que pueden ser desde el diagnóstico, la curación, las cirugías, la rehabilitación, los tratamientos cosméticos y de bienestar tanto físico como mental, pero que necesariamente conllevan actividades de ocio y recreativas en un destino en particular.
Es importante mencionar que el turismo de salud abarca dos áreas. La primera es el turismo médico que se relaciona con aquellos viajes cuyo propósito es obtener tratamientos médicos de alta calidad, asequibles, accesibles y con breves tiempos de espero. La segunda área tiene que ver el turismo de bienestar, que está enfocado en los tratamientos estéticos, tratamientos y terapias que buscan el bienestar físico y mental junto a la realización de actividades de ocio, relajación y diversión en el destino.
Con respecto a las cifras que permitan analizar este segmento turístico, existen pocos datos sistematizados y desagregados. A nivel mundial, según un índice desarrollado por Fetscherin & Stephano, el Top 30 de destinos de turismo médico está liderado por Canadá; seguido por Reino Unido y en tercer posición Israel. En este listado, Costa Rica se ubica en el sexto lugar mundial, Brasil en el lugar 16, Jamaica en 17, Colombia en 19, Panamá en 20, República Dominicana en el lugar 22, Argentina en el lugar 25 y México en el lugar 28.
Para calcular el Índice de Turismo Médico de este Top 30 de destinos, se consideran cuatro factores: 1) El entorno del país, en el que algunas de las variables incluidas fueron similitudes culturales y lingüísticas, estabilidad económica y niveles de corrupción; 2) Destino turístico, que incluye variables como atractivo, popularidad, condiciones climáticas del destino; 3) Costos del turismo médico, en el que se consideraron variables como la asequibilidad de las tarifas aéreas, costos de viaje, costos del tratamiento y costos de la estancia en el destino; y 4) Instalaciones y servicios, en los que se incluyeron variables como el entrenamiento, la experiencia y la reputación de los médicos, los estándares de calidad en los cuidados y servicios, la reputación del servicio médico y las recomendaciones de familiares y amigos.
Finalmente, la elección de un destino de turismo médico considera factores distintos a los del turismo de bienestar, siendo el prestigio y las instalaciones, los más importantes para el primero y siendo el costo y la infraestructura de ocio los más importantes para el turismo de bienestar. En este contexto, Michoacán es un destino con mucho potencial para el turismo de bienestar.
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