Vivimos en una era donde la criminalidad evoluciona de la mano con los avances tecnológicos y los cambios sociales. En este contexto, la identificación de crímenes emergentes en el mercado criminal mundial se vuelve esencial. Diversos autores y fuentes señalan tendencias preocupantes que reflejan la adaptación de las actividades delictivas a un mundo cada vez más complejo e interconectado.
Según el Índice Global del Crimen Organizado 2023, (Global Iniciative, 2023) en el mercado criminal mundial, el principal delito es el financiero (en sus diferentes modalidades), este tipo de delitos desplazaron a la trata de personas como la economía ilícita predominante en el 2022, lo que no significa que haya disminuido.
La puntuación mundial de criminalidad según el índice es de 5.03 y los tres países con mayor criminalidad en el mundo son Myanmar con 8.15 seguido por Colombia 7.75 y México 7.57 (según el informe gracias a la corrupción del Estado, México registra esos niveles).
Así es que el crimen organizado ha conseguido maneras de adaptarse a vulnerabilidades específicas y sacarles provecho, de tal manera que ha encontrado un nicho en la medida que la demanda de agua aumenta debido a su escasez por el crecimiento poblacional, por la mala gestión del agua y por el cambio climático, en consecuencia surge el mercado negro del agua.
La escasez de agua, ha creado un caldo de cultivo propicio para el surgimiento del mercado ilegal del agua. Como señala el informe de la UNESCO sobre Desarrollo Mundial del Agua (2023), más de 2 mil millones de personas enfrentan escasez de este líquido, proporcionando a los criminales una oportunidad para explotar está necesidad básica.
En Michoacán, los grupos del crimen, han incursionado en diversas formas de economía criminal, desde hace varios años, en cada vez más regiones imponen un impuesto criminal sobre el pollo, lo cigarros, la carne, el limón, el aguacate etc. En algunas regiones agrícolas son quienes deciden sobre el suministro agrícola del agua.
Según el Gobernador Bedolla, en Michoacán la sequía impacto en el 74.4 por ciento del territorio estatal y 45% de la tierra con sequía extrema, el 22% sequía severa y el 6.6 sequía moderada.
La escasez del agua no solo es ya un problema social grave que debe incluirse en el Atlas Nacional de Riesgo, sino una amenaza por parte de grupos del crimen organizado, quienes han evidenciado su poder de fuego y control territorial en cada vez más zonas del estado.
El mercado ilegal del agua representa una nueva y peligrosa frontera en el mundo del crimen emergente. Es una urgencia nacional que implica que los gobiernos, organizaciones y la sociedad en su conjunto unan fuerzas para preservar la vitalidad de este recurso y asegurar que el acceso al agua no sea manipulado por intereses delictivos.