MÉXICO EN SERIO Y EN BROMA
Si la gran capacidad que tenemos los mexicanos de hacer chistes (de las cosas delicadas) la tuviésemos para resolver los gravísimos problemas que padecemos, otro gallo nos cantara.
Así, seguimos sufriendo la torrencial violencia, la inseguridad galopante y la cínica impunidad. Asesinatos, secuestros, narcotráfico y robos, combatidos por abrazos y besos presidenciales. Y nos reímos de ello.
Resistimos la pobreza extrema paleada con limosna oficial, la economía con decrecimiento, y una peligrosa distribución que hace más ricos a los millonarios y más miserables a los pobres. Y ante esto hacemos guasas.
El género femenino está irritado, y el presidente de la república lo descalifica con adjetivos impertinentes. Y la expectativa nacional de “el nueve nadie se mueve”, se observa en serio, pero también en broma.
Nuestros energéticos se orientan a la crisis y, mientras, el derecho humano a la salud va en pique, sin medicinas de calidad, con reducida capacidad de consulta externa, con limitaciones en las cirugías, y con el temor de que el coronavirus pueda azotarnos como un sunami entre un invierno caliente y una primavera fría.
Y el presidente AMLO minimiza ese riesgo del coronavirus, poniéndose de ejemplo: “A mí me operaron a corazón abierto, y aquí estoy”, sirviendo a la patria, sano y feliz.
López Obrador y su familia tienen y gozan, con el dinero de la población, de los mejores médicos militares de nuestro país; servicio que no tienen millones de familias mexicanas.
De cara a esos incordios, los mexicanos responden con sarcasmos de gracia filosa. La jocosidad parece ser los nuestro.
Recordemos algunas de esas sátiras.
“He aquí el calificado equipo de investigadores que el presidente AMLO envió para el estudio del caso del crucero turístico de Cozumel”, y en la foto aparecen 15 doctores Simi.
Dada la monstruosa inseguridad del Estado, la nota informativa indica: “El coronavirus no entrará a Michoacán, pues tiene miedo de hacerlo”.
“México no teme al coronavirus, después de padecer al foxvirus, al felipevirus, al peñavirus, y al amlovirus”.
“Tiene razón AMLO, el coronavirus es conservador y neoliberal, puesto que vino a destruir el único plan que tenía el gobierno federal para terminar con el crimen organizado: los besos y los abrazos”.
Ya en serio.
La faz de China para enfrentar al coronavirus mandó un significado mensaje al planeta. Cada 8 días construían un nuevo y enorme hospital, con equipo de tecnología avanzada y médicos calificados y con disciplina, específicos para ese mal.
En México, ¿Estaremos preparando bien una sólida estructura de salud que frene los brotes que empiezan a aparecer en el país de ese llamado covid-19?
¿Con esos brotes, no aparecerán brotes mercantilistas?, ya que, a coronavirus revuelto ganancia de pescadores.
Obsérvese que ya no hay en el mercado simples cubre bocas y gel contra bacterias, lo que anuncia subida de precios; y acaso estos artículos sean sólo aspirinitas para esos destructores y novedosos virus.
Insisto, si el talento que poseemos los mexicanos para forjar chistes (de asuntos importantes) lo empleásemos para solucionar las espinosísimas dificultades que sufrimos, otro presidente nos gobernara.