¡VOTEMOS EN LEGÍTIMA DEFENSA!
Antes de Amlo éramos un México plural en todos los órdenes, pero con un sentido de unidad nacional, y de tolerancia.
El actual presidente sembró el odio y la división entre los mexicanos, irresponsablemente y de la manera más tóxica.
Prometió López, como candidato a la presidencia y ante una población harta de corrupción e inseguridad, que en llegando él, al cargo presidencial, acabaría con esos males.
Casi para concluir su mandato, el presidente no ha terminado con esos problemas, sino que los ha agravado a nivel caótico.
Los multimillonarios gastos disfrazados de programas sociales, que los publicita como de cuño personal por motivos electoreros, tienen quebrada a la economía mexicana.
Nuestro actual déficit presupuestario para el año 2024 es de 1 billón 693,000 millones de pesos, equivalente al 5% del Producto Interno Bruto. Lo que empeorará nuestras condiciones de vida en lo que resta del año 2024, aumentando su deterioro en 2025.
Eso es un auténtico producto de la transformación de cuarta, aplicada por el irresponsable autócrata de nuestro país.
Con su transformación, ¿Amlo redujo la pobreza? NO, ahora tenemos más pobres. En seguridad pública, López con su programa de transformación de “abrazos y no balazos”, ¿qué logró? Más violencia, más asesinatos, más extorciones, más feminicidios, más narcotráfico, más fentanilo, más corrupción, sobre todo en los niveles de él y de su familia, socios, amigos y colaboradores.
Y todo eso está probado con documentales públicas exhibidas.
En el haber de Amlo se cuentan más de 1 millón 200 mil muertos, sobradamente más de los ocasionados por la Revolución Mexicana del 1910.
Fallecidos que ya no podrán votar en su contra; pero las familias agraviadas sí saldrán a votar el próximo 2 de junio.
Otras de las transformaciones del presidente López se padecen en el área de la salud pública.
En esa materia Amlo sardónicamente suele reírse cuando afirma que pronto estaremos mejor que en Dinamarca; cuando millones de mexicanos se alivian, de sus enfermedades, como los animalitos en el bosque.
Transformó para bien la educación, NO; transformó la cultura, mejorándola, NO. Bajó la inflación de México, NO. Abarató el precio de la gasolina a 10 pesos el litro, NO. Sacó a las fuerzas armadas de las calles, NO. Está promoviendo las energías limpias, NO. Ya terminó, a plena satisfacción, el tren maya, la refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto Felipe Ángeles, NO. Estas tres obras se están construyendo al precio que dijo, NO. Ha licitado todas las obras pública, NO. Sus colaboradores son los mexicanos más capacitados de México, NO. Ejerce bien la diplomacia mexicana de no intervención y autodeterminación de los pueblos, NO. PEMEX y CFE ahora sí son rentables, NO. Se acabó la mafia en el poder, NO. Vive el presidente de manera modesta en vivienda barata y en forma humilde, NO. Viaja el presidente en su pequeño automóvil y en aviones comerciales, NO. Su hijo menor va a escuelas públicas mexicanas, NO. El presidente respeta las leyes, sobre todo las electorales, sin meterse para nada en el proceso electoral 2024, NO.
No tiene el gobierno de López ninguna política para el drástico cambio climático en México,
Los grandes lagos del país se están convirtiendo en lodazales. Padecemos secretos apagones de luz por todo el país. Nuestros bosques son incendios permanentes. El problema del agua rebasa la idiotez presidencial.
Esas son algunas espinas envenenadas de nuestra caótica realidad nacional.
No dejemos que la DEA castigue al presidente Amlo.
Castiguémosle nosotros con nuestro voto el próximo 2 de junio. Nadie, nadie, ¡nadie vote por candidatos de Morena!