Al asumir la presidencia municipal de Cotija, sorprendió al restar importancia a la violencia que afecta a su municipio
Al asumir la presidencia municipal de Cotija, Blanca María Ibarra Ochoa sorprendió al restar importancia a la violencia que afecta a su municipio, asegurando que no le preocupa la inseguridad ni ha recibido amenazas de grupos criminales.
Durante su toma de protesta en el Congreso del Estado, Ibarra prefirió resaltar las bondades de la localidad, como su riqueza gastronómica, antes que referirse a la compleja situación de violencia que ha cobrado la vida de dos exalcaldes y uno más huyó de la localidad.
“Yo los quiero invitar para que vean cómo está Cotija, cómo estamos trabajando a nuestra Feria de la Tostada y del Queso, que tenemos fiestas y vamos a seguir adelante del 26 al 30 yo se los agradezco mucho que nos acompañen para que conozcan nuestro pueblo mágico que es una belleza”, manifestó al tiempo que emprendía la huida de los medios de comunicación.
En una breve interacción con los medios de comunicación, Ibarra se limitó a señalar que Cotija está “muy bonito y bien hermoso”, asegurando que cumple con sus responsabilidades según la ley y reiterando que no teme asumir el cargo.
Además, rechazó las versiones que indican que su antecesor, Juan Pablo Aguilar Barragán, dejó el puesto debido a amenazas de la delincuencia organizada, insistiendo en que su salida fue por motivos personales.
Ante la insistencia de los periodistas, la alcaldesa evitó responder directamente y, con ayuda de un hombre que la asistía constantemente, se retiró rápidamente del lugar.