Alertó sobre intentos de generar conflictos internos, particularmente entre las mujeres del instituto Sol Azteca
La diputada Brissa Arroyo Martínez, quien ha expresado su intención de contender por la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática Michoacán (PRDM), dejó en claro que no hay ventajas previas para ningún aspirante.
Recalcó que el partido no tiene dueños y que la renovación de la dirigencia es una labor colectiva.
«Es un proceso donde cada actor juega un papel fundamental y debemos orientar el rumbo del instituto conforme a lo que anhelamos», afirmó.
Aseguró que su labor en el Congreso es su principal responsabilidad, pero reiteró su interés en asumir la dirigencia del PRDM, siempre en apego a los tiempos establecidos y a la convocatoria.
Arroyo Martínez advirtió que existen prácticas que han dañado al partido y que deben ser erradicadas.
«Es esencial que todos los militantes tengan voz y voto. No podemos permitir que una sola persona imponga decisiones. Debemos romper con las filias y fobias que nos han dividido», enfatizó.
En ese sentido, alertó sobre intentos de generar conflictos internos, particularmente entre las mujeres del instituto Sol Azteca.
«Tengo la ligera impresión de que nos quieren enfrentar de manera desleal, bajo un esquema patriarcal que se ha perpetuado por décadas», señaló.
Además, subrayó la necesidad de que la contienda sea equitativa para todos los perfiles, sin descalificaciones, ni intentos de reducir la elección a disputas personales.
«Aquí nadie ha recibido regalos, todas tenemos nuestra historia y nuestra trayectoria. Estoy lista para competir con respeto y altura de miras», concluyó.
