Afirma que es relevante, pero no debe convertirse en un distractor
La inseguridad en Michoacán es un problema de emergencia nacional que no debe quedar relegado por el escándalo de Cuauhtémoc Blanco, advirtió Guillermo Valencia Reyes, dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El también diputado local afirmó que el caso del exgobernador de Morelos, quien ha logrado evadir la justicia amparándose en el fuero constitucional, es relevante, pero no debe convertirse en un distractor.
“El país enfrenta problemas más graves, como la colocación de minas explosivas que están matando a decenas de inocentes”, sentenció.
Enfatizó que, aunque Blanco tiene acusaciones graves por sus presuntos vínculos con el crimen organizado, intento de violación y desvío de recursos, la violencia que azota a Michoacán y otras entidades no puede ser opacada.
“No podemos olvidar lo que pasó en Jalisco, eso es lo que buscan, que dejemos de hablar de los verdaderos problemas”, sostuvo.
Además, reiteró sus críticas a Movimiento Ciudadano, al que llamó “Movimiento Criminal”, y exigió que se investiguen sus supuestos lazos con la delincuencia organizada.
“Blanco es un pillito, pero el verdadero reto es capturar y enjuiciar a los capos que tienen sometida a la nación”, enfatizó.
Por último, hizo un llamado al gobierno federal y estatal para que se enfoquen en desactivar las minas explosivas en los campos de trabajo, así como en desmantelar redes de secuestradores y extorsionadores que han provocado el desplazamiento de comunidades enteras en el estado.