La tasa de desocupación se situó en 2.6 por ciento
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) muestra el comportamiento del mercado laboral mexicano. Esta ofrece datos mensuales de la Población Económicamente Activa (PEA), la ocupación, la informalidad laboral, la subocupación y la desocupación.
En esta ocasión, no se realizó un comparativo de los resultados entre noviembre de 2024 y noviembre de 2023, porque las cifras de este último periodo no incluyen información de Guerrero. Lo anterior es consecuencia de las afectaciones que originó el huracán Otis.
En noviembre de 2024, la tasa de participación económica —o el porcentaje de la población que se encontró trabajando, o que no tuvo empleo, pero se encontraba en la búsqueda activa de uno— se ubicó en 60.0 por ciento.
La tasa de desocupación se situó en 2.6 por ciento. Por su parte, la de subocupación (porcentaje de población ocupada que buscó ofertar una mayor cantidad de tiempo de trabajo en su ocupación actual o en un empleo adicional) se estableció en 8.9 por ciento.
La tasa de condiciones críticas de ocupación fue de 31.3 por ciento -tasa a partir de salarios mínimos equivalentes, base enero de 2024-. Por su parte, la tasa de informalidad laboral se ubicó en 54.6 %.
INDICADORES SELECCIONADOS
Composición de la población de 15 años y más
En noviembre de 2024, la PEA fue de 61.6 millones de personas de 15 años y más -población que, durante la semana de referencia, realizó o tuvo un vínculo con una actividad económica (población ocupada), o buscó activamente hacerlo (población desocupada en las últimas cuatro semanas)-. Al distinguir por sexo, la tasa de participación económica de las mujeres fue de 46.7 % y la de hombres, de 75.1 por ciento.
La población ocupada alcanzó 60.0 millones de personas -Se refiere a la población que durante la semana de referencia realizó alguna actividad económica durante al menos una hora. Incluye a las y los ocupados que tenían trabajo, pero no lo desempeñaron temporalmente por alguna razón, sin que por ello perdieran el vínculo laboral con este, así como a quienes ayudaron en alguna actividad económica sin recibir un sueldo o salario-, (97.4 % de la PEA). Según sexo, la ocupación de mujeres fue de 24.7 millones y la de hombres, de 35.3 millones.
En el mes de referencia, la población desocupada fue de 1.6 millones de personas.
La población femenina desocupada se ubicó en 705 mil y la masculina, en 921 mil.
La población no económicamente activa (PNEA) fue de 41.0 millones de personas – Población que durante la semana de referencia se dedicó al hogar, estudió, estaba jubilada o pensionada, tiene impedimentos personales o llevó a cabo otras actividades-, (40.0 % de la población de 15 años y más). De esta categoría, 5.5 millones se declararon disponibles para trabajar, pero no llevaron a cabo acciones para hacerlo, por lo que constituyen el sector que eventualmente podría participar en el mercado laboral. En términos relativos, la PNEA disponible representó 13.4 %.
Características de la población ocupada
Del total de la población ocupada (60.0 millones), 41.5 millones (69.2 %) operaron como trabajadoras o trabajadores subordinados y remunerados al ocupar una plaza o puesto de trabajo. Además, 13.0 millones (21.6 %) trabajaron de manera independiente o por su cuenta sin contratar empleadas o empleados. Por su parte, 3.5 millones (5.9 %) fueron personas empleadoras. Finalmente, 2.0 millones de personas (3.3 %) se desempeñaron en los negocios o en las parcelas familiares, es decir, contribuyeron de manera directa a los procesos productivos, pero sin un acuerdo de remuneración monetaria.
Por sector de actividad económica, la población ocupada se distribuyó de la siguiente manera: los servicios concentraron 26.5 millones de personas (44.1 %); el comercio, 11.9 millones (19.8 %); la industria manufacturera, 9.8 millones (16.4 %); las actividades agropecuarias, 6.3 millones (10.5 %); la construcción, 4.7 millones (7.8 %), y «otras actividades económicas» —que incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas—, 469 mil (0.8 %). Por su parte, 357 mil personas (0.6 %) no especificaron su actividad.
Indicadores de la población subocupada
La información de la ENOE, para noviembre de 2024, muestra que la población subocupada fue de 5.3 millones de personas -personas que declararon tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas de lo que su ocupación actual les demanda-. La tasa de subocupación se ubicó en 8.9 % de la población ocupada. Al distinguir por sexo, la tasa correspondiente en las mujeres fue de 9.3 % y en los hombres, de 8.6 por ciento.
Según su lugar en la ocupación, las y los subocupados se concentraron en las y los trabajadores subordinados y remunerados, con 45.1 por ciento. Las y los trabajadores por cuenta propia representaron 42.5 por ciento.
Informalidad laboral
La población ocupada en la informalidad laboral considera, sin duplicar, a quienes son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan. También contempla a las personas cuyo vínculo o dependencia laboral no reconoce su fuente de trabajo. Así, se incluyen —además de la población que trabaja en micronegocios no registrados o sector informal— otras modalidades análogas, como las y los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como a quienes laboran sin seguridad social y cuyos servicios los utilizan las unidades económicas registradas.
En noviembre de 2024, la población ocupada en la informalidad laboral fue de 32.8 millones de personas y la tasa de informalidad laboral 1 (TIL1) se estableció en 54.6 % de la población ocupada. La TIL1 urbana fue de 44.1 por ciento.
Por otra parte, la ocupación en el sector informal fue de 17.5 millones de personas -considera a todas las personas que trabajan para unidades económicas no agropecuarias que operan sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar, o de la persona que encabeza la actividad sin que se constituya como empresa. De este modo, la actividad en cuestión no tiene una situación identificable e independiente de ese hogar o de la persona que la dirige y, por lo mismo, tiende a concretarse en una escala de operación muy pequeña-, y significó 29.2 % de la población ocupada —tasa de ocupación en el sector informal 1 (TOSI1)—. La TOSI1 urbana fue de 26.3 por ciento.
Indicadores de la población desocupada
En noviembre pasado, la población desocupada -se refiere a la que no trabajó siquiera una hora durante la semana de referencia de la encuesta, pero manifestó su disposición para hacerlo y realizó alguna actividad para obtener empleo-, fue de 1.6 millones de personas y representó 2.6 % de la PEA —tasa de desocupación (TD)—. En las mujeres, esta medida fue de 2.8 % y en los hombres, de 2.5 por ciento.
De las y los desocupados, 11.8 % no contaba con estudios completos de secundaria.
Las personas con mayor nivel de instrucción representaron 88.0 por ciento.
En lo que respecta a las características sociodemográficas de la población desocupada, por rangos etarios, la mayor proporción se concentró en el grupo de 25 a 44 años, con 43.5 por ciento. Siguió el grupo de 15 a 24 años, con 37.2 por ciento.
Respecto a la duración del desempleo, 41.2 % de esta población estuvo desocupada en un periodo de un mes o menos, mientras que 36.4 % no tuvo trabajo más de un mes y hasta tres meses.
Tasas complementarias
Con el fin de proporcionar a las y los usuarios más elementos que apoyen el análisis de las características del mercado laboral de nuestro país, el INEGI genera mensualmente un conjunto de indicadores complementarios sobre la calidad de inserción en el mercado laboral. Para ello, considera distintos aspectos que van más allá de las mediciones tradicionales y que recogen la heterogeneidad de circunstancias que se presentan en México. Los resultados de estas tasas no deben sumarse a lo que se desprende de otras, ya que un mismo grupo o segmento poblacional puede estar presente en más de una de estas. No todos los porcentajes que se mencionan se refieren al mismo denominador.
Tasa de ocupación parcial y desocupación (TOPD1): se situó en 9.7 % respecto a la PEA, en noviembre pasado.
Tasa de presión general (TPRG): se ubicó en 5.7 % de la PEA.
Tasa de trabajo asalariado: fue de 66.5 % de la población ocupada.
Tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO): se ubicó en 31.3 % de la población ocupada.