EL MENSAJE TRAS LA MARCHA
Mientras que Claudia Sheinbaum se registraba ante el Instituto Nacional Electoral como candidata de Morena y sus aliados a la Presidencia de la República, cientos, miles de mexicanos participaban en una marcha ciudadana histórica en defensa de nuestra democracia.
Solamente en la Ciudad de México, se estima que participaron cerca de 700 mil personas, familias, adultos mayores, jóvenes que ven con preocupación el intento de la 4T en destruir la democracia, la división de poderes y lo más grave, mancillando a la Constitución.
La protesta se replicó en 100 ciudades del país y del extranjero con nutrida participación, especialmente en Monterrey y Guadalajara; en Morelia se estima que unas 10 mil personas acudieron a la concentración.
Por su parte, esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó al exconsejero presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, por haber participado este domingo como orador, en la marcha por la democracia.
“¿Con qué autoridad moral? si él era un empleado de Peña. Peña le ordenó que le diera candidaturas a quienes ni siquiera reunían las firmas para ser candidatos, recibía órdenes”, expresó López Obrador.
Lo que pasa es que el presidente no concibe entender que existan tantos mexicanos inconformes con su gobierno, decepcionados de sus políticas populistas, hartos de la inseguridad y cansados de sus mentiras.
Para querer minimizar la marcha, ordenó a sus lacayos realizar el registro de la candidata oficial ante el INE a la misma hora, sin embargo, de nada sirvió su intimidación.
El mensaje enviado al presidente a través de la magna concentración fue muy claro, miles de mexicanos le dijeron que no permitirán que el presidente y su partido lleve a cabo una elección de estado y que están dispuestos a dar la batalla por la democracia, en las calles si es preciso.
El nerviosismo presidencial evidencia que con el inicio de las campañas ya oficiales y los debates, la popularidad médiatica de su candidata se desinfle y la elección presidencial sea muy cerrada, lo que sería considerado como una segura derrota para la transformación de cuarta, que quiere imponer.