DIVISIÓN EN MORENA
Lo ocurrido el pasado sábado en el mitin político de la candidata oficial Claudia Sheinbaum, celebrado en el Estadio Morelos de esta capital, y caracterizado por los retrasos, la poca asistencia, diversas fallas de logística y una evidente desorganización, evidencia la profunda crisis y división que enfrenta la estructura morenista en la entidad.
Pese al acarreo descarado de simpatizantes efectuado por los presidentes municipales morenistas, el Estadio Morelos no lució a su máxima capacidad, muchos asistentes abandonaron el recinto tras esperar por más de una hora a pleno rayo del sol, con temperaturas cercanas a los grados centígrados, a la exjefa de gobierno de la Ciudad de México, que tuvo que reducir su intervención.
La noche anterior, el evento de campaña que encabezó en Maravatío, tampoco tuvo mucha asistencia y mucho menos el impacto político que se esperaba, ya que acudió a un municipio donde han sido asesinados dos candidatos a la alcandía, incluyendo al de su partido, Morena.
Ya las redes sociales han publicado diversos videos en los que aparece la candidata presidencial con Raúl Morón, candidato al Senado y uno de los organizadores de la ya tristemente célebre gira, donde se aprecia que existe al parecer un reclamo, más que un diálogo, entre la aspirante presidencial y el expresidente municipal.
Aunque usted no lo crea, no hay nadie más feliz del fracaso de esos eventos que otros morenistas, los del grupo opositor de Raúl Morón, que encabeza el exsecretario de gobierno y posible candidato a la alcaldía moreliana, Carlos Torres Piña y Juan Pablo Celis, dirigente estatal de Morena, personajes muy cercanos al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
Versiones de fuentes cercanas a uno de los grupos, aseguran que la candidata Claudia Sheinbaum y el propio presidente López Obrador están al tanto de la lucha interna entre ambos grupos, una rivalidad que afectar sus estimaciones electorales en la entidad en el próximo proceso.
Pero las zancadillas, las patadas bajo la mesa, los piquetes de ojos, no solo lo aplican los morenistas michoacanos, sino los morenistas de todo el país.
La crisis por la que atraviesan los morenos, se agudizó con los resultados de la supuesta “encuesta” realizada para determinar las candidaturas estatales y federales y aunque la división es natural en un proceso de esa naturaleza, definitivamente el golpeteo o fuego amigo, debilita a Morena.
Si a lo anterior le sumamos los yerros cotidianos del presidente que día a día pierde aliados y respaldo popular al enfrentarse con todo y contra todos, Claudia Sheinbaum debería comenzar a preocuparse.