MÉXICO REPROBADO EN LA LUCHA ANTINARCO
El Congreso de los Estados Unidos hizo un nuevo reclamo a México por la posible corrupción y falta de voluntad política que ha mermado la estrategia para combatir a los grupos que se dedican al tráfico de drogas.
La situación se ha agravado, dicen, ante la falta de recursos y de personal capacitado en las Aduanas, así como la presunta corrupción en las instituciones de procuración de justicia.
Pero lo que ha obstaculizado la verdadera cooperación entre ambos gobiernos, es la falta de voluntad política que es limitada y que se ve como el problema principal en Estados Unidos.
Advierten que la cooperación entre ambas naciones para combatir el tráfico de fentanilo se inició hasta el 2021 y antes de eso los esfuerzos estaban centrados en las metanfetaminas.
Los legisladores estadunidenses, reprobaron al gobierno de López Obrador en el combate al narco y afirman que la corrupción retrasa las medidas para enfrentarlo.
Es primera vez que abiertamente, el Congreso de Estados Unidos admite corrupción en el gobierno de la 4T y lo culpan de no combatir al narco, en una sospechosa actitud.
Sin embargo, el combate al narcotráfico en México es un tema complejo y multifacético, ya que existen diversas razones por las cuales el gobierno mexicano enfrenta desafíos en su lucha contra los cárteles de drogas.
El gobierno de López Obrador ha utilizado abundantes recursos en sus obras de gobierno y ha reducido los presupuestos para combatir a los delincuentes por lo que tiene recursos limitados para enfrentarlos; también la corrupción y la infraestructura insuficiente dificultan la implementación efectiva de estrategias antinarcóticos.
Pero la corrupción dentro de las instituciones gubernamentales y las fuerzas de seguridad ha sido un obstáculo significativo. Algunos funcionarios pueden estar vinculados a los cárteles o recibir sobornos, lo que debilita los esfuerzos para erradicar el tráfico de drogas.
Además, los cárteles de drogas son extremadamente violentos y amenazan a funcionarios, líderes comunitarios y ciudadanos en general. Esto dificulta la aplicación de la ley y la cooperación de testigos.
Sin embargo, esta administración que está por terminar, será el referente para qué en el futuro, nunca más se adopten políticas públicas absurdas y suicidas como abrazos para los delincuentes “porque hay que combatir primero las causas”, como dice el presidente.
Quien quede al frente de la Presidencia de la República, heredará un problema mayúsculo que requerirá de la ayuda internacional, ya que la cooperación entre México y otros países será crucial para combatir el tráfico de drogas; sin embargo, la coordinación entre diferentes gobiernos y agencias de seguridad puede ser complicada.
En resumen, el combate al narcotráfico en México es un desafío constante que requiere una nueva estrategia integral, cooperación internacional y una inversión significativa en recursos y reformas institucionales.
Habrá que preguntarnos, cuál de los candidatos estará comprometido a combatir de verdad a los grupos criminales y quien los seguiría combatiendo, solo en los discursos.