LOS DEBATES
El furor por los debates políticos no es privativo de nuestro país, en muchas otras naciones se practican desde hace décadas. Este domingo se realizará el tercer y último debate presidencial entre Claudia Sheinbaum, candidata de Morena, PT y PVEM, Xóchitl Gálvez aspirante opositora y candidata del PRI, PAN y PRD y Jorge Álvarez Máynez de MC.
Por sus características, el próximo debate será el que consolide el triunfo de alguna de las dos mujeres que disputan la silla presidencial.
Aunque existen opiniones en el sentido de que Claudia no acudirá al debate, aduciendo que se abordará el tema de la seguridad, tema en el cual el actual gobierno está más que reprobado y no hay nada positivo que reportar, allegados al presidente aseguran que la instrucción a Claudia es que tiene que acudir a defender los supuestos logros alcanzados por el gobierno de la 4T.
Claudia y su equipo de campaña ve los riesgos de acudir a defender lo indefendible y han iniciado la campaña, a través de las redes sociales y comunicadores afines al régimen en que no se presentará al debate, toda vez que la Ley se lo permite.
Sin embargo, su inasistencia sería el reconocimiento tácito al fracaso de la política pública de los abrazos y no balazos, implementada por López Obrador y sus gobernadores de Morena.
Donde también habrá debates es en Estados Unidos, allá el presidente Joe Biden y el exmandatario Donald Trump acordaron celebrar dos encuentros, el 27 de junio y el 10 de septiembre próximos.
Aunque aún faltan detalles para la celebración de los debates, aumenta la posibilidad de que se celebre el debate electoral más adelantado de la historia moderna de los Estados Unidos, ya que se efectuaría antes de que ambos aspirantes hayan sido registrados cómo candidatos de sus partidos.
El equipo del presidente ha puesto condiciones para su realización; por ejemplo, piden que el debate se celebre dentro de un estudio de televisión, con micrófonos que se corten automáticamente cuando se agote el tiempo asignado a cada orador.
Lo que es una realidad es que los debates presidenciales son eventos cruciales en el proceso electoral de un país, ofrecen a los votantes la oportunidad de ver a los candidatos en acción, escuchar sus posturas y comparar sus ideas. Esto ayuda a los votantes a tomar decisiones informadas.
También permiten evaluar las habilidades de comunicación, el conocimiento y el carácter de los candidatos, así los electores pueden observar cómo responden bajo presión y cómo se expresan.
A veces, los debates incluyen momentos memorables que pueden influir en la opinión pública. Un candidato puede cometer un error o dar una respuesta impactante que afecte su campaña.
En resumen, los debates son una parte esencial del proceso democrático y proporcionan al electorado información valiosa para tomar decisiones informadas en el momento de las elecciones.
Y al menos el del próximo domingo, no nos lo podemos perder.