EL NUEVO CÁRTEL
Nuevamente, la Policía Morelia se ve involucrada en un escándalo; en la madrugada del pasado domingo, elementos de esta corporación atacaron a tiros a supuestos estudiantes de la Escuela Normal Rural “Vaco de Quiroga”, quienes viajaban en un vehículo con reporte de robo.
Los informes señalan que el personal policial ubicó sobre la carretera Morelia-Pátzcuaro un vehículo con esas características en la que viajaban dos estudiantes de la normal de Tiripetío, quienes fueron detenidos a tiros a manos de los oficiales, cuando pretendían huir.
En el lugar, uno de los jóvenes fue capturado y otro más resultó herido, al recibir tres impactos en diferentes partes del cuerpo. El lesionado fue trasladado al Hospital de Alta Especialidad del ISSSTE, donde se reporta estable.
Mientras huían, los normalistas pidieron auxilio a sus demás compañeros, quienes salieron de la normal para confrontar a los policías con piedras y palos.
Como resultado, los estudiantes destruyeron una patrulla al igual que a otro vehículo particular y les prendieron fuego, además de realizar un bloqueo en la carretera.
La Fiscalía General de Estado, ya abrió una carpeta de Investigación con relación a los hechos.
Hoy el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla no dejó pasar la oportunidad de utilizar el tema para dudar del proceder de la Policía Morelia y de paso exhibir a las autoridades municipales.
Es evidente que este incidente, como muchos otros de carácter delincuencial que se suscitan en esa zona, se realiza por presuntos normalistas que, han convertido la Normal de Tiripetío en el centro de operación del nuevo cártel al que las autoridades se niegan combatir, y que está ubicado a tan sólo 12 kilómetros de la capital.
Y decimos que un Cártel, porque se conducen como tal. Infringen la ley, asaltan, realiza acciones delictivas que afecta a ciudadanos, empresarios y transportistas, extorsionándolos con los supuestos boteos y secuestrando transportes y unidades privadas, ante la complacencia de la autoridad bedollista.
No dude que los normalistas detenidos, presuntos delincuentes que viajaban en un auto robado, sean puestos en libertad, mientras que los elementos de la Policía Morelia sean objeto de una investigación, y como están las cosas, sean el pretexto perfecto, como ya lo hizo, para que el gobernador Ramírez Bedolla utilice el tema con fines políticos para descalificar el trabajo del alcalde moreliano Alfonso Martínez Alcázar, quien se ha convertido en el enemigo a vencer.
Resulta muy mezquino, que se utilice el incidente para descalificar el trabajo municipal en materia de seguridad, porque malos elementos hay en todas las corporaciones, si no, pregunten en la Guardia Civil.
