CRUELDAD ANIMAL
La brutalidad humana se vuelve a hacer patente, ahora en la comunidad de Apeo, municipio de Maravatío, tras el cruel asesinato de más de 70 perros, gatos y palomas, que fueron envenenados intencionalmente, y que en su lenta y dolorosa muerte desangrándose en plena vía pública, expone hasta dónde puede llegar la crueldad de algunas personas contra los animales.
La denuncia fue hecha por Medalí Chamorro Ramírez, protectora de animales en la región por más de diez años, por el envenenamiento masivo de diferentes especies mediante croquetas contaminadas con un veneno letal.
Ante este horroroso espectáculo de crueldad, la activista exigió a la Fiscalía General del Estado, al gobierno Estatal y al Ayuntamiento, que actúen para hacer cumplir la Ley contra la crueldad animal que existe en Michoacán.
De entrada y como era de esperarse de un gobierno ajeno al sufrimiento ajeno, ya iniciaron mal la apertura de la carpeta de investigación del caso, al no asignar un número al expediente de la denuncia.
La activista, asegura además que este incidente no es un acto aislado, ya que desde hace tres años han muerte más de 200 perros y gatos en similares circunstancias en esa región, sin que hasta la fecha haya algún detenido.
La Ley de Derechos y Protección para los animales en el Estado de Michoacán, aprobada el 2 de abril de 2018, fue creada para garantizar el bienestar y el trato digno de los animales, regular su trato y fomentar una cultura de respeto y protección.
Es evidente que las autoridades estatales y municipales no cumplen con esa obligación, como tampoco lo hace la Fiscalía estatal en investigar las denuncias y detener a los responsables.
La legislación contempla sanciones por crueldad animal que puede llevar a dos años en prisión, mientras que el maltrato se castiga hasta con 18 meses de reclusión; además existen multas económicas y otras sanciones administrativas que se aplican según la gravedad del caso.
Con poco presupuesto y poca voluntad política para atender esta terrible realidad sobre el abuso cruel y maltrato hacia los animales en la entidad, el problema en Michoacán se ha hecho mayúsculo ya que la inhumana conducta contra animales indefensos, en la mayoría de los casos, quedan impunes.
El aniquilamiento despiadado de seres vivos no es cosa menor, porque demuestra lo mal que está la conducta humana y peor aún que las autoridades no le den importancia a este tipo de delitos.
Por ello, todo aquel que es cruel con los animales, no puede ser un hombre bueno. Todos y cada uno de ellos tiene el mismo derecho que nosotros de vivir en esta tierra.
Cuando veo a los ojos de un perro, puedo ver la lealtad y amor incondicional que son capaces de ofrecernos a cambio solamente de atención y cariño.
Respetar a los animales es una obligación, amarlos, sin duda alguna, un privilegio.
