POR LA PROTECCIÓN DE LOS ANIMALES
El pleno de la Cámara de Diputados aprobó ayer en San Lázaro, una reforma que prohíbe el maltrato animal y establece la obligación del Estado a garantizar su protección, trato adecuado, conservación y cuidado.
La reforma a los artículos 3,4 y 73 de la Constitución fue avalada con 441 votos a favor y una abstención, pese a las críticas de legisladores de la oposición, quienes advirtieron que las modificaciones abren la puerta al uso de animales silvestres en espectáculos con fines de lucro, algo que ya está prohibido.
Ahora, el Congreso de la Unión cuenta con un plazo de 180 días naturales, a partir de la entrada en vigor del decreto, para expedir la ley general en la materia de protección y cuidado de los animales, considerando su naturaleza, características y vínculos con las personas.
El artículo segundo transitorio se refiere a la prohibición del mal trato en la crianza, el aprovechamiento y sacrificio de animales de consumo humano y en la utilización de ejemplares de vida silvestre en espectáculos con fines de lucro, así como las medidas necesarias para el control de plagas y riesgos sanitarios.
Cabe destacar que las modificaciones al artículo 73 y Segundo Transitorio, agregó el término “bienestar” que es una de los objetivos que inspiraron la reforma a la legislación.
Aunque los legisladores de oposición criticaron la redacción del texto impulsado por la mayoría, debe considerarse un avance importante, un primer paso en el respeto a los derechos de los animales.
También manifestaron su preocupación por que las modificaciones al artículo cuarto constitucional abran la posibilidad para que, a través de las leyes secundarias, se siga permitiendo las corridas de toros y las peleas de gallos, con el pretexto de que son espectáculos de diversión y cultura.
Desde luego, los legisladores recomendaron a los estados, adecuar sus Códigos Penales, a fin de establecer castigos más severos al maltrato y crueldad animal.
Aunque la reforma se queda corta, porque aún hay un largo camino por recorrer para reivindicar a los animales como seres sintientes que merecen ser objeto de derechos y sobre de todo, de cariño y respeto, ya es un avance.