MEJOR QUE EN ISRAEL
La triste realidad que en materia de seguridad se vive en Michoacán y que es motivo de noticias de primera plana casi todos los días en medios de comunicación y redes sociales, quedó de manifiesto nuevamente al aparecer en el diario El Universal, como su nota principal, el asedio que sufren los productores de limón de Tierra Caliente, situación que las autoridades estatales aseguraron que ya se había normalizado.
Y es que en efecto ya se normalizó, pero la cuota que pagan los productores al crimen organizado de la región que controla todo el proceso productivo del limón y que finalmente, usted y yo lo pagamos al comprar el cítrico hasta en más de 50 pesos el kilogramo.
Y es que los productores en el Valle de Apatzingán no sólo continúan con el pago de extorsiones, sino que para recuperar su producción se han ajustado a las nuevas cuotas impuestas por los grupos criminales, a pesar de que las fuerzas de seguridad se desplegaron en la zona desde hace más de un mes.
Los productores y empacadores ahora tienen que pagar un peso por el kilogramo cortado y un peso más por el kilo comercializado, lo que representa multimillonarias ganancias para los grupos antisociales.
Como estarán las cosas que se dice que los propios empacadores son los encargados de descontarles la extorsión a los productores y, junto a sus impuestos, se la entregan al jefe de plaza so pena de ser ejecutados.
Los limoneros denuncian que los operativos de las autoridades no sirven para nada ya que hasta la fecha, las extorsiones siguen y no hay ni un solo detenido, pese a las denuncias que han presentado algunos de ellos y las propias autoridades estatales.
El nuevo impuesto criminal demuestra una vez más, quien manda en Tierra Caliente y el poder que tienen estas organizaciones delictivas sobre las autoridades.
Desafortunadamente la extorsión en el Valle de Apatzingán ya es normal, al igual que la incapacidad de las autoridades estatales para combatirlos, no sabemos si por estrategia o complicidad.
Pero lo bueno, lo bueno es que la seguridad en Michoacán está garantizada, más que en Israel.