EL MES MÁS IMPORTANTE DE SU VIDA
A partir de ayer, comenzó a correr el reloj de lo que seguramente será el mes más importante en la vida política de Claudia Sheinbaum; como presidenta, debe tomar las medidas que más beneficien a los mexicanos, de lo que haga o deje de hacer dependerá que el gobierno de Estados Unidos no aplique aranceles a los productos mexicanos.
La aplicación de los impuestos, repercutirían en los pronósticos de crecimiento para el país, afectaría la economía nacional, las exportaciones, se dispararía la inflación y el desempleo, además de que se devaluaría aún más el peso mexicano frente al dólar, lo que nos enviaría directamente a una recesión.
La presidenta Claudia Sheinbaum debe moverse con rapidez, debe reforzar los operativos, detener a capos y políticos que los protegen, y decomisar importantes cargamentos de fentanilo.
Para Estados Unidos, este mes también será crucial para el futuro de las relaciones bilaterales, porque sabrá si puede contar con México nuevamente como un aliado confiable.
Según fuentes dignas de crédito, mientras la crisis de los aranceles distrae la atención de la opinión pública, el Pentágono y el Comando Sur del ejército de los Estados Unidos, han iniciado el diseño de operaciones militares para capturar o abatir, a los líderes de las bandas de narcotraficantes que operan en el país.
Por ello, la presencia de aviones espías y naves militares en las costas del pacífico y Golfo de México, todo hace suponer que preparan una operación antinarcos, y que contará con la “colaboración” de las instancias mexicanas de seguridad nacional.
Porqué están tan nerviosos los de la 4T: funcionarios, legisladores, gobernadores y hasta presidentes municipales se muestran muy ofendidos por que Estados Unidos venga hacer el trabajo que no hace el gobierno morenista de la actual presidenta.
Ya estamos escuchando el discurso enardecido y rebosante de nacionalismo servil e inútil de los morenos y la morralla, para apoyar las decisiones presidenciales a regañadientes y hay que preguntarse porqué.
¿Temen por el futuro destino de su Mesías, o tienen cola que les pisen?
