¿HEROÍNA?
No podríamos esperar menos de los aduladores de Morena que intentan crear la imagen de que la presidenta Claudia Sheinbaum es toda una heroína, por haber logado pausar por un mes la aplicación de aranceles por parte del gobierno de Donald Trump.
La presidenta hizo lo que tenía que hacer, representar con dignidad a México, actuó con entereza, pero intentar una negociación imposible de ganar, con un rudo negociador que la hizo sucumbir y ceder, como lo hizo a AMLO en su momento, a todas las exigencias de Trump.
A eso no se le puede llamar una victoria, por el contrario, la presidenta lo único que ganó fue tiempo para reorganizar la estrategia que implementará para demostrarle al verdugo que México está combatiendo el tráfico de fentanilo.
De no hacerlo, quedaría en evidencia y le darían la razón a Donald Trump que asegura que su gobierno tiene nexos con los cárteles que operan en el país.
Lo que sí es que de inmediato cumplió la exigencia de mandar a 10 mil efectivos a custodiar la frontera norte, sin importarle dejar abandonados a estados del sur y centro del país sin elementos de la Guardia Nacional.
Además, todo parece indicar que ya preparan la remoción del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha a quien se le relaciona con los cárteles locales y que la ciudadanía exige su renuncia a través de marchas y desplegados.
El presunto narcogobernador dijo que podría someterse al mecanismo de revocación del mandato, propuesto por el morenista Fernández Noroña, líder del Senado. Afirmó que “si el pueblo pone, el pueblo quita”.
Pero todos sabemos que en una dictadura de partido como la que se vive en México, la que manda es la señora presidenta, quien se ha convertido en una mala copia de la doctrina católica de la Santísima Trinidad, porque concentra los tres poderes de la República en una sola persona.
Prueba de la soberbia presidencial es lo ocurrido hoy, 5 de febrero, día en que se conmemora la Promulgación de la Constitución de 1917, acto republicano a la que no fue invitada la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por indicaciones de señora presidenta, como ella misma lo acepto en su mañanera.
Estas señales no son otra cosa que el símbolo de autoritarismo que gobierna México en los tiempos estelares de la 4T.
