EL ARMA MEXICANA
Con un Donald Trump decidido a todo y exigiendo y reclamando resultados en el combate al narco, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum busca equilibrar las negociaciones poniendo el tráfico de armas sobre la agenda política bilateral.
Aunque el argumento puede parecer débil no lo es, por el contrario, ya que, en el combate al tráfico de armas desde Estados Unidos, el Gobierno Mexicano ve una de las claves para frenar la violencia generada por el narcotráfico.
Esta postura no es compartida por Donald Trump, quien insiste que México está dirigido por los Cárteles del narcotráfico, por lo que México se ha convertido en una amenaza para su país.
En esta atmósfera adversa para México, iniciarán el próximo lunes en Washington, las primeras reuniones que el equipo del presidente Trump sostendrá con los secretarios Marcelo Ebrad, de Economía, y Omar García Harfuch, de Seguridad.
En ellas, se espera discutir las medidas ante el plan arancelario aplazado para inicios de marzo.
En este contexto, las armas con que cuenta México para negociar son pocas, pero contundentes, el gobierno de Sheinbaum mantiene la respuesta al reclamo de Trump: para bajar el tráfico de drogas desde México, EU debe atender su consumo, y detener la venta de armamento a las organizaciones criminales.
Sobre este último punto, será el próximo 4 de marzo que la Suprema Corte de Justicia de EU realizará una audiencia por la demanda presentada por México en 2021 contra ocho fabricantes y vendedores de armamento.
Como dato que refuerza la demanda de la presidenta mexicana, el 74 por ciento de las armas rastreadas en México tenían como origen los estados de Texas, Arizona o California, compradas principalmente por los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
En este sentido, será seguramente la próxima semana que el gobierno mexicano presente nuevas denuncias contra las armerías estadunidenses, tensando aún más las difíciles negociaciones entre ambos países.
