LA DICTADURA PERFECTA
La censura a la libre expresión de las ideas, consagrada en el Artículo 6 y 7 Constitucional, está a punto de consumarse con la iniciativa que la presidenta Claudia Sheinbaum y su partido Morena han presentado ante el Senado y la cual ha sido aprobada sin corrección alguna.
En el Senado, la oposición acusa que, con esta nueva ley el gobierno de la 4T tendrá el control absoluto de las telecomunicaciones, además de que censura las redes sociales y centraliza el poder en la Agencia de Transformación Digital.
La iniciativa conocida ya como la “Ley Censura”, otorga control total al nuevo organismo, como el otorgamiento, revocación y renovación de concesiones de telecomunicaciones y radiodifusión.
Otras de sus facultades son: la implementación de procedimientos de licitación y asignación del espectro radioeléctrico; resolver los desacuerdos de compartición de infraestructura entre concesionarios.
Pero lo más peligroso, es que podrá supervisar los contenidos, estableciendo límites en la publicidad, a través de máximos de tiempo publicados, para lo que emitirá un reglamento para que los concesionarios cumplan con un código de ética que ellos mismos diseñarán y ajustarán a su conveniencia política.
Esta medida, a todas luces dictatorial, pone en serio riesgo la libertad de expresión, de las críticas a la autoridad y de las denuncias que se realizan contra el gobierno, a través de los medios.
Habría que agregar que la concentración de funciones regulatorias en el Ejecutivo rompe con los principios de imparcialidad, competencia técnica y control del poder. También se observan riesgos en la asignación directa del espectro y en la falta de garantías para la neutralidad de la red y la defensa de las audiencias.
Al ya no existir contrapesos, el gobierno dictatorial de Morena controlará a su antojo al país, donde no habrá nunca más una elección democrática, la impartición de justicia responderá a intereses políticos y partidistas y ya no habrá críticas al gobierno en los medios de comunicación, ahora sí la Dictadura Perfecta ha llegado para quedarse.
