EL GUSTO POR FELINOS EXÓTICOS
Cada vez resulta más común escuchar en las noticias o ver en redes sociales videos sobre felinos que son vistos como mascotas en diversos puntos del país, pero sobre todo en Michoacán, donde resulta frecuente verlos deambular por caminos y comunidades rurales, con los riesgos que esto implica para la población.
También es común que, en algunas de las propiedades cateadas o decomisadas al crimen organizado, se encuentren cachorros de grandes felinos, que seguramente fueron separados de sus madres de manera violenta, para convertirlos en mascotas, en la mayoría de los casos, de las familias de los poderosos narcotraficantes.
Y lo anterior se ejemplifica al conocerse la noticia de que un cachorro de león, una pantera y un tigre fueron hallados tras un cateo por policías de las fuerzas federales y estatales a un inmueble en el municipio de Tanhuato, Michoacán.
Según reportes de la Secretaría de Seguridad Pública los hechos se registraron en la localidad de Tinaja de Vargas. Los policías realizaban una movilización interinstitucional, buscando la captura de un objetivo delincuencial cuando se llevó a cabo el hallazgo.
Aunque no hubo detenciones, fueron hallados y rescatados los felinos y puestos a salvo se realizaron las actuaciones respectivas para garantizar su bienestar.
Es bien conocido el gusto de algunos integrantes de los grupos antisociales por adquirir animales exóticos, como es el caso de los felinos, pero también gustan de los reptiles, de los monos y chimpancés, avestruces, jirafas, bueno, hasta hipopótamos.
Estos últimos, inspirados en el conocido gusto del narcotraficante más famoso del mundo Pablo Escobar, quien importó a Colombia decenas de estos gigantes mamíferos que hoy en día, se han convertido en una plaga en ríos de diversas provincias, e incluso, han atacado y provocado la muerte de varias personas dado su violento temperamento.
Pero lo que sucede en México, revela la total ineptitud de las autoridades para combatir el delito de compra e importación ilegal de estas especies que, en el mercado negro, incluso en las redes sociales pueden ser comprados por cualquiera, sin pensar que, en la mayoría de los casos, son animales salvajes que en cualquier momento pueden ocasionar una tragedia.
Urge que existan leyes y políticas que impidan el comercio ilegal, así como la posesión de estos animales que están muy lejos de ser mascotas.
Son animales salvajes que como tal hay que respetarlos y preservarlos, pero bajo normas y protocolos que no los pongan en riesgo ni tampoco a la ciudadanía.
Lo que debe quedar claro es que estos felinos, no son mascotas.