“La fuerza del equipo está en cada integrante,
la fuerza de cada integrante está en el equipo”
Phil Jackson
¿Conoce usted el juego en línea “Among Us”?
Explico brevemente: se trata de la tripulación de una nave espacial cuyos integrantes deben cumplir con ciertas tareas para la supervivencia del grupo y, a la par, deben descubrir y eliminar al “impostor” que busca acabar con todos.
Una dinámica similar -aunque evidentemente menos sanguinaria- es la que se vive al interior del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción: cada uno de los integrantes tenemos actividades propias que buscan fortalecer al equipo.
Mire, la vinculación con las instituciones que integran el Comité Coordinador recae en la Presidencia del CPC y en la persona que coordina la Comisión Ejecutiva (consulte las funciones de estos órganos en el Manual del Sistema Anticorrupción disponible en www.cpcmichoacan.org).
Por otro lado, nos dividimos la vinculación con academia, con sociedad civil organizada y con el sector empresarial y atendemos los asuntos del Sistema Nacional a través del trabajo en comisiones de la Red Nacional de CPCs.
El Comité de Participación Ciudadana no cuenta con personal de apoyo subsidiado por recurso público ni con presupuesto asignado. Y no es queja, pero, para el caso, es importante que usted lo sepa porque, por ejemplo, si alguno de los integrantes requiere elaborar un oficio de invitación para el sector que le corresponde atender, lo elabora personalmente (ya que no cuenta con asistente), lo redacta e imprime con insumos propios (no contamos con oficina, equipo de cómputo o papelería con cargo al erario) y debe entregarlo también de manera personal (no contamos con asistente ni con vehículo oficial). Este esquema de trabajo fue diseñado así por el legislador para evitar que el Comité Ciudadano se burocratice y está muy bien.
En ese sentido, si algún integrante presente o futuro del CPC espera que los otros integrantes realicen estas labores por él o ella, estará en una equivocación. La carga de trabajo individual es grande y, aunque, cuando es necesario se suman esfuerzos para atender prioridades, cada uno es responsable de la atención que brinda a su sector y del seguimiento a los proyectos que propuso en el Plan Anual de Trabajo que se elabora en conjunto.
Por otro lado, los integrantes del CPC no recibimos un salario. Por ley, somos prestadores de servicios profesionales al Sistema Anticorrupción; es decir, somos proveedores de insumos técnicos y debemos entregar mensualmente un informe de nuestras actividades y evidencias del trabajo realizado en beneficio del Sistema. Las evidencias son analizadas por el Órgano Interno de Control de la Secretaría Ejecutiva y forman parte del Informe Anual del CPC.
Además, el artículo 8, segundo párrafo del Reglamento Interior del CPC (publicado el 14 de abril de 2021) señala que, cuando alguno de sus integrantes no acuda a las reuniones ni presente aportes o avances que contribuyan al trabajo conjunto del colegiado, se reportará su ausencia para lo conducente laboral y jurídicamente.
Es así que, a través de la distribución del trabajo y de la organización establecida en el Reglamento, los posibles impostores que intenten acabar con la tripulación o simplemente, no realicen sus actividades, terminarán aislados y expulsados de la nave. No es un blindaje infalible, pero, al momento, es suficiente.