DE CUMBRE TRILATERAL A MAÑANERA
Todo un caos resultó la Reunión Trilateral entre los presidentes de Estados Unidos, Canadá y México, celebrado en la Ciudad de México, no solo en la cuestión logística, sino también por los acuerdos poco precisos que se alcanzaron en la reunión internacional de mayor relevancia que ha encabezado el presidente Andrés Manuel López Obrador.
A su inicio el día de ayer, los discursos presidenciales de Joe Biden y López Obrador eran totalmente divergentes, tocaron temáticas totalmente distintas; mientras el presidente estadunidense confiaba en alcanzar acuerdos en materia de seguridad, migración, comercio, economía, cambio climático, energías renovables, competitividad y evitar el tráfico de fentanilo hacia su país, el tabasqueño reclamaba a su homólogo el poco apoyo que ha brindado para la integración continental que provoca pobreza y migración en la región.
Es decir, los temas centrales de la reunión de más alto nivel encabezada por los tres presidentes, no fueron los prioritarios para el mandatario mexicano, más bien adoptó una posición bolivariana, de abogar por todas las naciones del continente, incluyendo las dictaduras como la de Cuba, Venezuela y Nicaragua y al recién electo presidente Lula de Brasil.
Tras dos días de tropiezos, hoy la Reunión de los líderes de Norteamérica concluyo con acuerdos encaminados a fortalecer las relaciones económicas y comerciales, para lo cual crearán un comité conjunto destinado a la planeación y sustitución de importaciones en América, para ser autosuficientes.
Finalmente, los temas importantes, migración, energías limpias y fentanilo, son en los que habrán de trabajar en conjunto las tres naciones, habiendo cada una lo que le corresponde.
Diversos comentarios han surgido de asistentes a la cumbre, donde destacan la desorganización, la improvisación y el desconocimiento de los protocolos internacionales para eventos de esta naturaleza, lo que ocasionó que los huéspedes pasaran momentos muy incómodos.
Uno de los inconformes, mencionó que la desorganización nunca se hubiera presentado si el hoy desaparecido Estado Mayor Presidencial se hubiera hecho cargo de la logística.
El hartazgo de los invitados y presentes durante la conferencia de prensa tripartita, donde se dio cuenta de los supuestos resultados de la cumbre norteamericana, se vio ensombrecida por el protagonismo de López Obrador que tampoco respetó el protocolo de los tiempos, convirtiéndola en una mañanera donde no faltaron los señalamientos rutinarios contra los conservadores, periodistas y opositores que según él, son los responsables de la caótica situación que se vive en el país.
