DEA PRESIONA A BIDEN Y A MÉXICO
El gobierno del presidente López Obrador se está convirtiendo en todo un problema, una pesadilla para el gobierno de Washington, el incumplimiento en capítulos del tratado comercial T-MEC, la condecoración que hizo al dictador de Cuba Mario Díaz Canel, la falta de acuerdos en el tema migratorio y la falta de voluntad política de combatir el tráfico de drogas, especialmente del fentanilo que sigue inundando las calles de la Unión Americana, son algunos de los muchos problemas que está ocasionando su primer socio comercial.
Pero lo que más preocupa al presidente Joe Biden, es la nula cooperación que ha recibido del gobierno mexicano por frenar el tráfico del fentanilo, situación duramente criticada por los representantes republicanos y por agencias de seguridad nacional como la DEA, el Departamento de Estado y el FBI, opiniones que pesan, especialmente cuando Biden busca la reelección presidencial el año próximo.
Es así que la agencia antidrogas estadounidense (DEA) exhortó a México a “hacer más” contra los cárteles que controlan el tráfico de fentanilo, un opiode sintético que puede comprarse en las redes sociales y causó más de 100 mil muertos en Estados Unidos, sólo en 2022.
“Creemos que México tiene que hacer más para parar el daño que estamos viendo” porque el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) “están dominando y controlando toda la cadena de suministro global de fentanilo, y operan en todo México”, el primero de ellos en 19 de los 32 estados y el segundo en 23, afirmó la directora de la DEA, Anne Milgram, durante una audiencia en el Senado.
Milgram explicó el proceso. Todo comienza en China, donde los cárteles compran los precursores químicos para fabricar fentanilo y los llevan a México para producirlo en polvo. Luego lo preparan en forma de pastillas falsificadas que se parecen a medicamentos recetados en Estados Unidos como Oxycontin, Percocet, Adderall o Xanax.
Una vez vendido, añade, los cárteles buscan la manera de que las ganancias regresen a México y suelen lograrlo “a través de organizaciones chinas de lavado de dinero”.
La prioridad de la DEA es “derrotar a estos dos cárteles”, pero “ya no podemos simplemente apuntar” a los líderes, sino que hay que enfocarse en “toda la red”, desde las empresas de precursores químicos hasta los transportistas, detalla su directora.
La DEA considera que México debe dar máxima prioridad a los cárteles responsables del tráfico de fentanilo y metanfetaminas, como hizo desde 2012 hasta 2015 para desmantelar a Los Zetas.
Ante ello, la DEA ha solicitado a México compartir más información sobre decomisos, permitir operativos conjuntos contra laboratorios clandestinos y aumentar las extradiciones, pero aún no reciben respuesta de la administración de López Obrador.
Lo grave es que en un acto desesperado, el presidente estadunidense puede instar al Congreso a declarar a los cárteles mexicanos de la droga como grupos terroristas y comenzar actuar de manera unilateral, acción que repercutiría negativamente en las relaciones entre ambos países.
Fuentes allegadas al FBI, insisten en que hay negligencia y falta de voluntad para cooperar con la lucha antidroga, como si el gobierno mexicano estuviera protegiéndolos.
Por su parte el Departamento de Estado, ha lanzado una alerta sobre el crecimiento de los cárteles y grupos criminales en México, ante la complacencia gubernamental y que en el futuro pueden representar una seria amenaza para su país.
Hace falta un Donal Trump para doblar a López Obrador, opinan los congresistas republicanos que aseguran que México, ya no es su aliado.