Hacer la guerra cuesta y mucho, tras la invasión rusa a Ucrania y las sanciones económicas aplicadas por Estados Unidos y sus aliados, la economía soviética se encuentra al borde del colapso.
Los especialistas financieros internacionales que miden el impacto de la invasión, advierten que la guerra de Putin tendrá consecuencias devastadoras para su economía.
Rusia no puede hacer ningún trato comercial con nadie, sus activos están paralizados en los bancos europeos, no hay transferencias de ningún tipo, no hay exportaciones y los ciudadanos comienzan a padecer racionamiento de algunos productos.
Aunado a la anterior, la comunidad internacional ha criminalizado al pueblo ruso, en todos los aspectos, como si ellos fueran los responsables de la despiadada guerra que Vladimir Putin comenzó.
El pueblo ruso es una cosa y el gobierno ruso es otra.
La economía soviética venía de sufrir una serie de altibajos como la caída de los precios de petróleo, la pandemia del covid-19 que goleó a todo el planeta y ahora la movilización militar rusa hacia Ucrania, ha provocado una grave crisis económica interna, fuga de capitales y la condena del sector productivo ruso.
El daño que sufre su economía por los costos de la guerra, el aislamiento político en el que quedó ubicada Rusia y las sanciones aplicadas por occidente, no será de corto plazo: tardará décadas en recuperarse, aseguran los especialistas.
La invasión de Ucrania es el último eslabón de una cadena de errores de cálculo y giros negativos de la política rusa que la desviaron del intento por recuperar su rol de potencia económica de antaño.
Putin ignora la historia; no recuerda que la desquebrajamiento de la Unión Soviética de Gorvachov, se dio por la crisis económica que vivía Rusia y que Estados Unidos aprovechó para expandir su política capitalista que rápidamente ganó adeptos en los nuevos países independientes.
Hoy, Estados Unidos y los países miembros del OTAN han cerrado el cerco económico que asfixia a Rusia, lo malo es que en una reacción desesperada del presidente Putin podría ocasionar una guerra generalizada en Europa y provocar una Tercera Guerra Mundial que sería un verdadero apocalipsis.
Por lo pronto, el temido ejército rojo sigue su escalada militar en Ucrania a cualquier precio, sin importar siquiera la vida de civiles y niños inocentes. Tampoco le importa el colapso económico al que seguramente arrastrará a su Nación.
Pero la anexión no será fácil para Putin, se ha encontrada un pueblo ucraniano valiente, inteligente y decidido a dar su vida por la libertad que tanto trabajo les ha costado forjar bajo el asedio ruso.
Antes de eso, el Coloso puede colapsar nuevamente por la misma causa: una crisis económica.
En este concierto internacional, México libra su propia guerra no declarada pero que también arroja cientos de desplazados y miles de muertos cada día.