La invasión rusa a suelo ucraniano que inició hace 67 días se ha alargado trágicamente aumentando el número de muertos en el conflicto, especialmente de la población civil, está tomando un giro muy peligroso por convertirse en un conflicto mundial que nadie quisiera y pese a la amenaza nuclear de Putin, el gobierno de Estados Unidos ignora sus amenazas y aumenta su apoyo económico y militar a Ucrania.
Vladimir Putin es un ultranacionalista que no cree que las ambiciones territoriales y políticas de Rusia deban terminar en sus fronteras reconocidas internacionalmente. Los países que conformaban la Unión Soviética, aparte de Rusia, no son considerados soberanos por Rusia, de hecho por la mayoría de los rusos, y especialmente por Putin.
Pero al no disponer de herramientas amistosas para atraer a otros países, Rusia necesita de un ejército poderoso para conservar o recuperar su imperio.
Ucrania es un tema personal para Putin, su rebeldía es una traición y su existencia una aberración histórica, según el mandatario soviético, por ello la invasión a su territorio.
Pero las cosas no están saliendo como Putin esperaba, las bajas en su ejército y la destrucción de miles de tanques, aviones y helicópteros lo ha obligado a cambiar el curso de la guerra.
Ahora la invasión es más cruel, más sanguinaria al grado de que han comenzado a encontrarse fosas clandestinas, donde los soldados rusos han tratado de esconder sus atrocidades con la población civil ucraniana.
Putin ha tenido que remover a su secretario de la Defensa por no lograr los objetivos militares de la invasión, aunado a el descontento general de la población rusa, que ha comenzado a tener limitaciones en la compra de artículos básicos y en la realización de operaciones económicas o comerciales internacionales.
Además las sanciones de occidente, tienen asfixiada la economía rusa lo que ha ocasionado la desesperación del inquilino del Kremlin quien amenazó al mundo nuevamente con el posible uso de armas nucleares en el conflicto.
Sin darle importancia a las amenazas, Estados Unidos sigue reuniendo suministros de armas además de pedir al Congreso 33 mil millones de dólares más para apoyar a Ucrania ignorando las amenazas de Vladimir Putin y llenándolo al límite de su paciencia.
Luego de que Washington reuniera la semana pasada a 40 países en una base estadounidense en Alemania para debatir sobre la ayuda a la guerra de Ucrania con Rusia, Putin amenazó el miércoles con una respuesta “rápida como un rayo” si terceros intervienen directamente en favor de Kiev.
Según mujeres ucranianas, los soldados rusos, ante la polarización de la guerra, afirman que Putin hará un anuncio que nos pondrá al bode de la Tercera Guerra Mundial el próximo 9 de Mayo conocido como el “Día de la Victoria Rusa”
De hecho en Rusia se habla ya abiertamente de una guerra nuclear como una posibilidad real y grave que existe, según afirmó el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov.
Mientras el mundo espera la fecha, aumenta el número de civiles fallecidos desde el 24 de febrero; las Naciones Unidas ha podido verificar la muerte de 2.899 personas, entre ellas 210 niños. El organismo advierte que todavía queda por comprobar información de algunas zonas de Ucrania, por lo que la cifra podría ser considerablemente más alta.
Por su parte, Kiev y Moscú no han actualizado de forma constante el balance de muertos dentro de sus tropas, pero las cifras son extremadamente diferentes dependiendo del que informe sobre ellas. El Gobierno de Volodímir Zelenski asegura que 1.300 de sus soldados han muerto en los combates y cifra en 23.000 el de los militares rusos.
Ojalá estemos equivocados y el anuncio de Putin el próximo día nueve de este mes, sea el final de una guerra absurda, que sólo ha dejado muerte y destrucción.
