Aunque en México quieran hacer ver que la reunión entre el presidente de Estados Unidos Joe Biden y su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador fue beneficiosa para nuestro país, la realidad demuestra que fue un total fracaso.
No solo por los compromisos adquiridos por López Obrador, que le costarán al gobierno de la 4T unos mil 500 millones de dólares en mejorar la infraestructura y seguridad fronteriza, sino porque que la visita del mandatario mexicano a la Casa Blanca para reunirse con Biden pasó casi desapercibida para los medios de comunicación estadunidenses.
En las portadas de medios como The New York Times, The Washington Post y Financial Times, no se registró la visita del mandatario. Otros medios que también ignoraron el encuentro de los presidentes fueron Usa Today, The Boston Globe y Chicago Tribune.
Sin embargo, The Wall Street Journal solo destinó un pequeño llamado al tema, el cual lo abordó en sus páginas de interiores. Mientras que Los Ángeles Times, dedicó un breve espacio en su portada a la reunión de López Obrador y Biden con la noticia “Líder de México paga a Biden”.
En su visita López Obrador hizo cinco planteamientos al mandatario del vecino del norte, sobre temas de energía, combustibles y migración, a las que Biden enfrió rápidamente, al pedirle paciencia en sus peticiones de visas de trabajo y le recordó que Estados Unidos seguía siendo una potencia económica que generaba empleos.
El incidente sucedió cuando López Obrador externó en su largo discurso que China era la fábrica del mundo y que eso había provocado la disminución en la capacidad productiva de Estados Unidos, por lo que recomendaba a Washington a incrementarla. El presidente Joe Biden, se vió obligado a responderle para defender el poderío de su país.
Le recordó que su país producía más productos agrícolas que China, además de que su gobierno había creado más empleos que cualquier otro gobierno. Desde ese momento, todo fue mal para la delegación mexicana.
La reunión bilateral que tendría el presidente López Obrador y el canciller Marcelo Ebrad con Antony Blinken, secretario de Estado fue modificada, al notificar que Blinken no asistiría por estar indispuesto.
Así que éste segundo encuentro entre ambos presidentes demuestra una vez más que la relación bilateral es tensa y que la confianza, pese a los abrazos y las sonrisas, está en duda.
