¿IDEOLOGÍA DE GÉNERO EQUIVOCADA?
Una de las filosofías que están ganando mayor adeptos en diversas partes del mundo, especialmente en Iberoamérica, es la Ideología de Género, está de moda, muy en boga ahora en los gobiernos populistas o de izquierda, que se basa en interpreta la sexualidad y la afectividad humanas como un hecho puramente psicológico y cultural, prescindiendo de toda influencia de la naturaleza en la conducta humana.
Las “diferencias” entre varón y mujer, por tanto, no vendrían de la naturaleza biológica y psíquica del ser humano, sino de una construcción cultural o social convencional, a partir de los roles y estereotipos que se asignan a los sexos. Desde esta óptica, cada uno podría crear su propia identidad sexual: hombre o mujer, además tendría el derecho de que se lo reconozca en el Registro Civil.
Lo masculino o lo femenino de las cosas, no tienen nada que ver con la sexualidad humana. La mesa, la silla y la casa, por ejemplo, son de género femenino; y el vaso, el árbol y el carro, de género masculino, sin que tengan ninguna cualidad femenina o masculina, respectivamente. La mesa es mesa, sin que sea mujer, y el árbol es árbol, sin que sea varón.
La ideología de género aplica el concepto de masculino y femenino de las cosas a las personas. De aquí concluye que lo masculino y lo femenino pertenecen a lo cultural o social y que, por lo mismo, son convencionales o fruto de un acuerdo de cada sociedad.
La ideología de género, defiende una visión fragmentada de la persona. Lo biológico nada tendría que ver con lo psicológico y, mucho menos, con lo cultural. El sexo “varón o mujer”, con el que se nace, sería totalmente distinto del género masculino o femenino, que dependería del sentimiento y de la voluntad de cada persona, de acuerdo con su orientación o preferencia sexual.
El género, según esta teoría, además, podría cambiarse tantas veces como así lo decida el individuo, como heterosexual, homosexual (gay o lesbiana), bisexual, transexual, intersexual u otra forma de género.
La ideología de género pretende dar un nuevo valor a la sexualidad humana sin tener en cuenta la naturaleza biológica y psicológica. La autonomía del género, según esta teoría, es tan absoluta que la cultura crea “la verdadera naturaleza” de varón o mujer al margen de lo biológico.
El problema es que si se aceptara la hipótesis de que cada quien puede construir su propio género, al margen del sexo biológico, existirían graves problemas según los expertos del tema, ya que desaparecería la distinción entre varón y mujer, es decir todos somos iguales y cada quien independientemente de su sexo, opta por lo femenino o lo masculino.
Otro de los riesgos es que todos los tipos de uniones tendrían el mismo valor social: De este modo, todos los tipos de relación tendrían el mismo valor, como el matrimonio varón y mujer, el concubinato, el intercambio de parejas, la poligamia, la poliandria, la prostitución, las uniones homosexuales, la promiscuidad, la pedofilia, la pornografía, la zoofilia, la necrofilia, entre otras.
Por consiguiente, se eliminaría el matrimonio y la patria potestad: Si se consideran iguales todas las relaciones, las esporádicas y las permanentes, se destruye el matrimonio.
Finalmente, desaparecería la familia, la sociedad y la cultura. Recordemos que los Estados totalitarios lo primero que destruyen es la familia, porque precisamente, detestan toda expresión de libertad y comunión. Si el matrimonio y la familia desaparecen, igual suerte corre la sociedad.
Pero quienes promueven ésta filosofía, deberían recordar que las culturas de todos los tiempos han subsistido gracias a la presencia de las familias constituidas por matrimonios estables, donde esposos e hijos viven la comunión de vida y de bienes, por lo que se tendría que crear un nuevo fundamento social.
Ante ello países como Noruega, Dinamarca, Rusia, Suecia, Reino Unido, Alemania y Estados Unidos, entre otros, están apuntalando legislaciones que solo reconozcan dos géneros como lo describe la ciencia, hombre o mujer, de lo contrario habrá serias consecuencias para la sociedad,
Mientras tanto en nuestro país, la ideología de género es cada vez más aceptada y difundida por el propio gobierno, quien se tomó la decisión de adoptarla, sin siquiera preguntarles a los padres de familia.