INERMES ANTE EL CRIMEN
Cada vez resulta más clara y descarada la simpatía del presidente López Obrador con los grupos del crimen organizado, sólo basta escucharlo cuando se reclama a los delincuentes, que tienen el control de amplias zonas del país y donde actúan con toda impunidad.
Lo anterior quedó de manifiesto cuando en días pasados, Delia Quiroa Flores, integrante del colectivo 10 de Marzo de Tamaulipas, emitió un mensaje dirigido a los grupos criminales para aceptar un pacto que acabe con las desapariciones en México.
Y es que la tamaulipeca dice tener más confianza en los Cárteles que en las autoridades para detener la violencia y encontrar a sus seres queridos. Afirma que hay más confianza en los narcos que la autoridad porque ellos se muestran como son, no son hipócritas, por ella lanzó este insólito llamado a los líderes de los cárteles pues está convencida que el gobierno de la 4T no va a resolver el problema.
La desesperación de las madres buscadoras las ha llevado a eso extremo, ante las amenazas, secuestros y asesinatos que están sufriendo muchas de ellas. En ésta ocasión, pedían a los antisociales la liberación de la activista Yesenia Guadalupe Durazo, integrante del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, quién estuvo desaparecida varios días.
Al principio, relata, pensamos que no tendríamos respuesta, pero luego ella apareció y por su propio pie llegó a su casa. Efectivamente, la afectada relata que fue liberada por la misiva de Delia y sus compañeras de lucha.
Ante ésta situación, López Obrador apoyó el pacto por la paz con los cárteles del narcotráfico, al externar que “ojalá y se lograra la paz”, eso es lo que todos deseamos, se refirió el Presidente al hablar del llamado de la defensora. Es decir, el propio presidente acepto de facto, hacer pactos con los criminales.
Durante su mañanera, AMLO mostró su apoyo y exhortó a los cárteles a no actuar de manera violenta y comportarse como “buenos ciudadanos”.
Por su fuera poco, el día de ayer el Ejecutivo presumió que los grupos criminales que controlan algunos caminos y accesos a comunidades del país respetan a los Servidores de la Nación, aún en los retenes, ya que trabajan en la ejecución de programas sociales.
Relató cómo hay casos que los delincuentes detienen a alguien de los que trabajan en las poblaciones y son respetados al portar un chaleco que los identifica. Que poca vergüenza.
¿Qué puede hacer la ciudadanía ante un Presidente que ve a esos grupos como aliados que financiarán el proceso electoral que se avecina y que pese a la violencia y muerte que generan prefiere ser condescendiente con ellos?
Absolutamente nada, está claro que los mexicanos estamos inermes ante cualquier agresión o acto de violencia porque no existe la voluntad política de enfrentarlos.