El doble discurso sobre la Austeridad Republicana que pregonan los caudillos de la 4T queda al descubierto cuando se conoce que la administración de López Obrador redujo en 2019, 60 mil 322 plazas a la administración pública federal, pero para 2020 creó 44 mil 172.
Lo anterior disfrazado de reajuste administrativo pero en realidad es para dar espacio a los recomendados y atender compromisos de grupos, como se hacía antes.
De acuerdo con los informes de Evaluación de la Política y la Austeridad Republicana 2019 y 2020, enviado por las secretaría de Hacienda y de la Función Pública a la Cámara de Diputados, su gobierno generó un ahorro de 188 mil 122 millones de pesos, como resultado de las medidas de austeridad durante los dos primeros años del sexenio.
Austeridad que se ve pulverizada con la creación de más de 44 mil nuevos puestos federales dos años después, cifra que seguramente se incrementará cuando se conozcan resultados del 2021 y 2022.
Según el informe, el gobierno morenista de López Obrador logró un ahorro durante su primer año de gobierno de poco más de 29 mil millones de pesos y en el segundo alcanzó casi los 60 mil millones en gastos de operación.
En comisiones y viáticos también hubo una importante ahorro, al reducir de un millón 108 mil a un millón 14 mil comisiones nacionales y de 14 mil 699 a 6 mil 368 comisiones internacionales.
Pese a los ahorros, en el 2020 hubo un aumento en el gasto corriente de 63 mil millones, en los subsidios, 45 mil millones y en servicios personales, 20 mil 506 millones, según ellos el motivo, enfrentar la crisis sanitaria por la pandemia de covid 19.
Sin embargo, el informe entregado al Comité de la Evaluación de las Medidas de Austeridad ofrece datos generales sobre el destino de los ahorros, pero no precisa el uso que se le dio a los recursos.
No cabe duda, que los ahorros logrados en lo que va su gobierno van derechito a financiar sus programas sociales que le permiten gozar de la aceptación de millones de mexicanos que antes no recibían beneficio alguno del gobierno.
En el 2020, un 30 por ciento de los hogares mexicanos recibían algún programa social del gobierno federal, pero estas ayudas no llegaron precisamente a los más pobres como ha señalado el presidente.
La política social del gobierno se concentra en programas con transferencias directas de dinero, principalmente para adultos mayores, personas con alguna discapacidad, jóvenes y trabajadores del campo.
Según el análisis de los datos, los hogares más pobres reciben casi los mismos beneficios sociales que los más ricos. Un 37 por ciento de los hogares más pobres son beneficiados por los programas, mientras que en los hogares más ricos son beneficiados el 22 por ciento.
También el alcance de los programas sociales del actual gobierno sugiere un retroceso, según el informe. El año pasado, estos programas llegaron al 35 por ciento de los hogares más pobres, cuando 2016 la ayuda social llegaba al 61 por ciento de estos hogares.
Por eso, la próxima vez que López Obrador culpe de todos los males que sufre el país a los neoliberales de los que dice que “no somos iguales”, habrá que darle la razón….son peores.