LA RECETA PARA DETENER LA INFLACIÓN, LLEVA HUEVOS
La economía mexicana registró la peor cuesta de enero en 22 años, con una inflación anualizada del 7.91 por ciento; el alza inflacionaria del presente año es provocada por el incremento de precios en alimentos y servicios, lo que golpea a la población más pobre del país.
Solamente el pasado mes de enero la inflación aumentó en 0.68 por ciento, lo que representa un mal presagio para las finanzas públicas del gobierno federal, finanzas de por sí acotadas por el desmedido gasto en los programas sociales del actual administración morenista.
La inflación arrancó el año pegándole al bolsillo de los mexicanos, como no lo hacía en dos décadas, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía INEGI.
El encarecimiento de precios de productos de consumo básico está golpeando la ya de por sí insipiente economía familiar, el salario y las pensiones ya no alcanzan como antes, por lo que el fenómeno afecta más a quienes menos tienen, es decir, a los pobres.
Y el escenario sigue siendo incierto, pues aunque se espera que durante los próximos meses la inflación no sea tan elevada como el año anterior, por ahora las presiones siguen siendo significativas y los incrementos de precios se dieron por igual en mercancías, servicios y diversos productos.
Como ejemplo está el caso del huevo, cuyo precio aumentó en un 26 por ciento, esta semana se vendió hasta en 50 pesos el kilo en diversas ciudades del país.
Los huevos forman parte de la dieta diaria de los mexicanos, por ser más asequible que otras fuentes de proteína como la res o el cerdo. Y aunque el bolsillo se ve cada vez más apretado por estos aumentos, el vecino país del norte, Estados Unidos, la está pasando peor, pues tan solo en 2022 la docena de huevos de grado A subió más del doble.
De ahí que se estén presentando problemas durante los últimos meses en diversas localidades fronterizas del país, al grado de que se han suscitado eventos de contrabando en la frontera norte, donde cientos de estadunidenses cruzan la frontera mexicana para pretender comprar cientos de kilos ante el desabasto y altos precios que se registran en casa.
Así podríamos enumerar una serie de productos que son básicos en la dieta alimentaria de los mexicanos que, ante la carestía, ya no podrán consumirlos, se están volviendo más pobres y así seguirán o peor mientras que el gobierno federal siga presumiendo acciones y pactos con los productores, que no han servido para nada.
Y no se la receta para el detener la inflación, pero estoy seguro que lleva huevos.