LA SALUD PRESIDENCIAL
Resulta aún prematuro determinar los daños que causará al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador el hackeo realizado a la Secretaría de la Defensa Nacional, por un grupo internacional dedicado a ciberataques autodenominado “Guacamaya” y que reveló documentos confidenciales del gobierno de México.
El hackeo fue dado a conocer por el periodista Carlos Loret a través de su programa Latinus, donde se exhibieron oficios relacionados con la salud del presidente López Obrador, la orden de liberación del narcotraficante Ovidio Guzmán, diferendos entre los titulares de SEDENA y la Marina y otros muchos asuntos confidenciales.
Lo dado a conocer por Carlos Loret, es la punta del iceberg de las toneladas de información que aún habrá de analizarse y que seguramente revelarán las múltiples mentiras de que hemos sido objeto los mexicanos y las malas decisiones que ha tomado el gobierno especialmente en materia de seguridad, donde todo apunta a la existencia de un vínculo entre los grupos criminales y el gobierno de López Obrador.
Pero lo más relevante, sin duda, es lo concerniente a la salud del Presidente de México pues en un país democrático, la salud del presidente debe ser del dominio público y en nuestro caso, se han ocultados episodios verdaderamente graves que pusieron en riesgo la vida del presidente.
Aunque había reconocido que se encontraba enfermo, nunca reveló la gravedad de su condición, el mandatario padece angina inestable de riesgo alto; gota e hipotiriodismo. Lamentamos mucho su condición pero también es muy lamentable para el pueblo de México no contar con un presidente en plenitud de facultades físicas y mentales.
¿Cómo trabajar intensamente para gobernar un país en esa condición? Resulta muy riesgoso para la salud la presión a la que es sometido diariamente un presidente, no le deseo ningún mal, por el contrario, le deseamos que sea honesto con el pueblo bueno y sabio, que le hable con la verdad y que privilegie y anteponga su salud y su vida, a la política.
El debate debe centrarse en, si es conveniente que un hombre con un cuadro clínico de esa naturaleza se encuentra en condiciones de gobernar al país, si sus afecciones, no influyen en la toma decisiones que pueden poner en riesgo el bienestar de los mexicanos o la seguridad nacional.
De verdad lamentamos que el Presidente se encuentre enfermo, en primer término porque es un ser humano y en segundo, porque tiene la grave responsabilidad de gobernar un país con 130 millones de habitantes que merecen bienestar y que se les hable con la verdad.
Aunque no lo crea, este hackeo puede ser el preludio del fin de las aspiraciones de López Obrador y de su partido MORENA de perpetuarse en el poder.
Tal vez las próximas revelaciones informativas tras los análisis de miles de informes de inteligencia sobre líderes criminales y personajes políticos, transcripciones de intervenciones telefónicas, capturas de pantalla de chats de WhastsApp y fotografías, sean quien finalmente saquen a empujones en 2024 de Palacio Nacional al gobierno de la Cuarta Transformación.