LA VERDADERA PANDEMIA NACIONAL
La verdadera pandemia que no termina y que tiene como rehenes a los mexicanos, es la extorsión; el cobro de piso es un mal que padece todo el país, no respeta condición económica ni social, golpea lo mismo a empresarios, transportistas, hoteleros y restauranteros que a taxistas, taqueros, vendedores ambulantes y hasta a dueños de tienditas de abarrotes.
Aunque las autoridades federales y estatales lo nieguen, la extorsión se aplica en todo el país, a toda actividad productiva, por lo que las denuncias contra este delito aumentaron en la presente administración de la 4T.
En Michoacán, la extorsión está institucionalizada, paga piso toda cadena de producción de limoneros, aguacateros y de carne de cerdo. Desde cortadores, empacadores y hasta transportistas tienen que entrarle al moche para que respeten el negocio, su vida y la de sus familias.
Municipios como La Huacana, Buenavista, Tepalcatepec, Nueva Italia o Uruapan, son extorsionados por distintos grupos que exigen el pago de cuotas, por lo que las pérdidas son millonarias.
Choferes del Transporte Público en Morelia, revelan que hasta rutas camioneras y colectivos pagan al crimen para evitar daño a sus unidades.
Todos pagan, no denuncian por miedo afirman los choferes que prefieren guardar el anonimato.
Cabe recordar el incendio de tres bares en la capital michoacana el pasado 11 de marzo en la exclusiva zona de Altozano, donde intervinieron al menos cinco sujetos embozados que dispararon contra las fachadas, arrojaron gasolina y prendieron fuego con bombas molotov.
Hasta la fecha, las autoridades estatales no han dado una sola declaración sobre las investigaciones del caso, que conmocionó a los empresarios morelianos. Las supuestas investigaciones que efectúa la Fiscalía del Estado, está relacionada con la extorsión.
Pero por supuesto, éste asunto como muchos otros quedarán en la impunidad ante la ineptitud de los cuerpos de seguridad de Michoacán, la falta de una estrategia que inhiba éste delito y por desde luego por falta de voluntad política.
La extorsión se manifiesta en todo el país, lo mismo en Aguascalientes, San Luis Potosí, Veracruz, Querétaro, Guanajuato, Morelos, Sinaloa, Sonora, Chihuahua, bueno, no hay entidad federativa que se salve.
El gobierno de López Obrador se ha de sentir muy tranquilo, pues dice que en materia de seguridad vamos bien, que los delitos van a la baja… al igual que en Michoacán, donde las autoridades dicen que aquí, “no pasa nada”.
Ante el aumento del número de extorsiones, sería conveniente que al menos, el Congreso de la Unión endureciera las penas contra éste delito y conminara a las autoridades a combatirlo y a que cumpla con su deber constitucional de brindar seguridad a la población.