LOS NUEVOS RETOS DE MORENA
Como lo habíamos adelantado en éste espacio, el exregidor de Morelia, Juan Pablo Celis Silva, hombre muy cercano al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, fue electo dirigente de MORENA en Michoacán.
En su proceso de elección, seriamente cuestionado por los acarreos y presunta compra de votos, los Consejeros de una de las alas del partido sesionó en privado y Celis Silva fue elegido al obtener 111 votos de los miembros del órgano partidista.
Cabe señalar que al interior de MORENA, existen dos corrientes, la “Morenos de Corazón” y la interna R21, que encabeza Raúl Morón y que por cierto, no obtuvo ninguna cartera partidista en el Comité Directivo Estatal, por lo que decidió abandonar la sesión.
Al término de la asamblea guinda, las huestes de Raúl Morón emitieron un posicionamiento donde anunciaron no avalar a la nueva dirigencia por ser carente de legitimidad, según dijeron.
De hecho, en ninguna de las 10 carteras y cargos partidistas se eligió a un moronista, lo que profundiza la división interna de MORENA; y será el nuevo reto del nuevo líder emprender la reconciliación si es que quieren llegar unidos al proceso electoral del 2024.
Posterior a su elección, Juan Pablo manifestó su compromiso en trabajar para fortalecer la democracia interna del partido, arreglar las diferencias y unificar los esfuerzos hacia lo que es importante para la Cuarta Transformación.
Mucho tiene por hacer la nueva dirigencia, el gran reto, lograr la unidad ante una militancia inconforme, ignorada sin liderazgo y confundida, habrá que trabajar también con los Senadores y Diputados federales apáticos a la administración del Ramírez Bedolla, aunque pertenecen a su mismo partido.
Ya veremos cuál es la reacción de los moronistas quienes dieron señales de no querer nada que ver con una dirigencia impuesta, aseguran, por lo que se convertirá seguramente en la piedra en el zapato del grupo bedollista.
Ya adelantábamos que el peor enemigo de un morenista, es otro morenista, así que el reto de la nueva dirigencia es lograr la unidad con las tribus no favorecidas y que representan a los viejos cacicazgos.