Si el Partido Revolucionario Institucional (PRI) intenta regresar a la contienda política con la remotísima posibilidad de ganar nuevas posiciones y recuperar al electorado, la iniciativa de su presidente Alejandro Moreno de promover reformas que permitan a las familias mexicanas tener acceso a las armas de fuego para proteger su vida, su casa y su patrimonio ante la violencia que existe en el país, no le ayuda mucho.
Más que aceptación, existe un rechazo generalizado a que haya civiles armados, ya que se ha hecho costumbre que en cualquier incidente callejero, hasta de tránsito, salgan a relucir armas de fuego con las consecuencias que esto implica.
Pero para el líder priista es justificable que la ciudadanía tenga armas para proteger su patrimonio, su negocio, su colonia dijo, porque “los están asesinando de manera impune”, indicó.
La polémica propuesta ha recibido críticas inclusive de políticos de su mismo partido, por supuesto de otros institutos políticos y de diversos sectores de la sociedad ya que coinciden en que esta situación sólo generaría más violencia y profundizaría la actual ley de la selva en la que viven los mexicanos.
En Michoacán, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla tiene muy claro que el desarme es igual a paz; a más armas, más violencia, por ello el próximo 4 de julio iniciará en la entidad un operativo interinstitucional de desarme.
Durante su participación como ponente en la conferencia “La política en el estado de Michoacán en materia de desarrollo y seguridad”, celebrado con el Colegio Nacional de la SEDENA, el mandatario michoacano destacó acciones de coordinación para avanzar en el proceso de construcción de la paz en la entidad.
Agregó que ésta campaña de desarme forma parte de la estrategia de pacificación para recuperar la estabilidad de los ciudadanos y operará bajo tres líneas, canje de armas por electrodomésticos, supervisión en aeropuertos, centrales de autobuses y servicios de paquetería, así como puestos de control.
Ojalá esta campaña tenga éxito, porque nadie quiere más armas en las calles, nadie quiere más muertos, los únicos que apoyan la absurda propuesta del dirigente priista, son las armerías de Estados Unidos.