POR SUPUESTO QUE DUELE
Ante las críticas recibidas por diputados, líderes de partidos y diversos sectores de la población, además de los señalamientos en diversos medios de comunicación, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla salió a defender lo indefendible.
Afirmó que los foros que lleva a cabo son legales además de un derecho que tiene el Gobierno, y negó que el acto del domingo pasado haya tenido un perfil proselitista.
Pero fue a través de las redes sociales que se pudo conocer como un foro informativo, se convirtió en un mitin político, donde también se observó el descarado acarreo, la entrega de tortas y refrescos y el pase de lista.
Fue un acto a todas luces político electoral, encabezado por el Ejecutivo Estatal quien no tuvo empacho en levantar la mano a sus gallos para el próximo proceso electoral.
Pero para el mandatario, quienes critican el evento o lo califican de proselitista, es a quienes les duelen los resultados que ha tenido su administración según él, en materia de gobernabilidad, estabilidad y el rescate financiero.
Habría que señalar que de los tres logros mencionados, solo el que se refiere a materia económica podría ser un referente, toda vez que la supuesta gobernabilidad y estabilidad de la que presume, son muy cuestionables.
Pero efectivamente el gobernador tiene razón, a miles de michoacanos les duele, no el que le vaya bien a la entidad, por el contrario, les duele ver que, pese a los avances y logros del discurso oficial, la realidad es otra.
Les duele ver las balaceras y los asesinatos que ocurren todos los días, a toda hora en cualquier parte del Estado.
Les duele ver como la pobreza sigue presente en cientos de comunidades y municipios que además de carecer de los servicios elementales, se encuentran azotados por la violencia.
Les duele ver, como las familias de diversas comunidades tienen que huir, abandonar sus casas, sus tierras, sus pertenecías para salvar sus vidas ante el constante acecho de los grupos criminales.
Les duele ver como hay colusión de elementos de los cuerpos federales y municipales de seguridad con los cárteles que se disputan el territorio michoacano, como si fuera de su propiedad.
Duele ver como los delincuentes se apoderan cada día más de las actividades económicas y productivas de Michoacán.
Y desde luego duele y además indigna, ver el dispendio de los recursos públicos que son utilizados en la promoción de los candidatos federales y locales de Morena.
Duelen las mentiras, la farsa, la simulación, la falta de transparencia.
Eso sí duele, y mucho, debería dolernos a todos.
