PREOCUPA LA MILITARIZACIÓN
Diversas organizaciones de derechos humanos además de organismos nacionales e internacionales ven con preocupación cómo en México, se está llevando a cabo la militarización del país, toda vez que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dispuesto de las Fuerzas Armadas para realizar todo tipo de actividades que le corresponden a la sociedad civil.
Para Juanita Goebertus, Directora de la División de las Américas de Human Rights Watch, la militarización es tan evidente, que el presidente mexicano ha entregado el control de puertos, aduanas, obra pública y seguridad pública a las Fuerzas Armadas, lo que ha generado a su vez menos transparencia y acceso a la información pública.
Afirma que AMLO debilitó las policías municipales, estatales, además de que desapareció la Policía Federal, y se entregaron todas sus funciones a la Secretaría de la Defensa. Creó la Guardia Nacional que también entregó a los mandos castrenses y sin embargo el país enfrenta la peor taza de homicidios de los últimos 30 años.
Los más de 130 mil muertos en cuatro años de administración, supera por mucho a los de sus antecesores además de que aún faltan dos años para que termine su gobierno, por lo que esa cifra podría llegar a casi 200 mil.
Human Rights Watch, que es una organización no gubernamental dedicada a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos, ha seguido muy de cerca los últimos acontecimientos en el país, sobre el papel que juegan las Fuerzas Armadas en la sociedad mexicana y han expresado repetidamente su preocupación por la militarización hacia donde se dirige México.
Apuntan como un actitud totalitaria de López Obrador al quien también acusan de querer atar de manos al próximo presidente en cuestiones de seguridad, y extender la presencia de los soldados y marinos en las calles hasta el 2028.
Estas mismas observaciones han sido realizadas constantemente por la Organización de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos, el Parlamento Europeo y otras muchas instituciones protectoras de los derechos humanos, que no comparten la política de seguridad del gobierno de México.
Está claro que el Ejército y la Marina, son dos de las instituciones más respetadas y queridas por los mexicanos, el problema no es contra ellos, el problema es el uso que quiere darle el presidente cuando su función está claramente definida en nuestra Constitución, la cual es permanentemente mancillada con decisiones de corte monárquico dictadas por el inquilino del Palacio.
