En Rusia, la periodista Mariana Ovsyannikova quien irrumpió en el programa informativo más importante de ese país con un cartel contra la invasión soviética en Ucrania, podría ser condenada a 15 años de prisión al ser acusada de difundir información falsa que desacredita al ejército ruso.
No obstante, su acción sirvió de inspiración para muchos otros periodistas rusos que han comenzado a renunciar a sus programas de televisión, radio e internet, como protesta por el estricto control gubernamental que ha impuesto en sus contenidos.
Algunos de los periodistas más destacados de la televisión rusa ya han recibido sanciones y advertencias del régimen de Vladimir Putin por lo que han preferido renunciar a sus espacios informativos.
Los canales estatales de Rusia solo tienen una opción: seguir la línea editorial que dicta el Kremlin, desde donde se ejerce un control total de la información que llega a la población sobre la guerra con Ucrania en estos momentos.
Las renuncias de reporteros, camarógrafos, editores y conductores siguen presentándose en cascada en diversos medios, según reporta el servicio de noticias Vesti.
Sin embargo, el caso más emblemático lo representa la exdirectora del Today Show Ruso, María Boronova que es la periodista de más alto nivel y prestigio que decidió renuncia, acusando al presidente Putin de haber destruido la reputación y la economía rusa.
La Unión Europea ha acusado a las televisoras soviéticas RT y Sputnik de transmitir campañas de desinformación y distorsionar los hechos sucedidos en Ucrania durante la ocupación soviética.
La nueva legislación de Rusia sobre la llamada “información falsa”, firmada por Putin el pasado 4 de Marzo, prevé hasta 15 años de cárcel por difundir información no oficial sobre las fuerzas rusas en el conflicto con Ucrania.
Con esto, está prohibido hacer declaraciones que desacrediten a las fuerzas armadas o al gobierno y los periodistas que sean considerados culpables se enfrentarán a multas o varios años de cárcel, según la “gravedad” de la información difundida.
Como podrá darse cuenta, ejercer el periodismo en Rusia es peligroso, al igual que en México, países dirigidos por personajes autoritarios que insisten en imponer su criterio y descalificar y si es posible eliminar, a quienes no piensan como ellos.
